Las residencias de mayores del área sanitaria no tienen ningún usuario con covid

C. B. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

09 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras pasar momentos muy complicados durante la segunda ola de la pandemia, el informe de ayer de la Consellería de Política Social deja una buena noticia: en las residencias de mayores del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés no hay ningún usuario contagiado.

Después de que se retirara del cómputo por negativizar un anciano de la residencia Pontevedra que gestiona Caser en Vilaboa, los positivos que hay afectan a trabajadores de varios centros. En concreto, son diez los infectados. Cinco de ellos son empleados de la residencia Domus Vi de Ribadumia; tres de la de la Vilaboa; uno de la de Marín y otro es personal de Nuestra Señora de los Dolores de Forcarei.

Si la situación actual es buena, los meses de noviembre y diciembre castigaron especialmente a las residencias del área, donde hubo 22 fallecimientos de residentes. Los brotes más graves se registraron en el centro Domus Vi de Ribadumia, donde murieron ocho usuarios; la residencia de Caser en Vilaboa, con siete muertos; la urbana Soremay, de Pontevedra, con seis óbitos; y la residencia Valvanera, de Cambados, con un fallecido. De esos centros, solo Domus Vi en Ribadumia fue intervenida por la Xunta dado el alto número de trabajadores y residentes infectados.

Vacunación en marcha

Precisamente, usuarios y personal de las residencias de mayores son la primera población diana en recibir la vacuna contra el covid. El proceso de inmunización con la primera dosis del antídoto de Pfizer se inició en el área sanitaria el 29 de diciembre en el Fogar Residencial Servisenior de Vilagarcía. Fue el lugar elegido para los primeros 46 pinchazos. Antes del 19 de enero se pretende vacunar a 1.900 personas. El plan llegó después a Ballesol en Poio, el asilo de Caldas de Reis, la residencia de Vilaboa, Divina Pastora en Vilagarcía, Saraiva Sénior en Pontevedra y dos residencias de Forcarei.

El comité clínico acordó ayer blindar las residencias para proteger al colectivo más vulnerable hasta que se pueda completar la vacunación. Ello conlleva que los residentes no pueden salir y solo pueden recibir una visita a la semana.