Caldas y Ponte Caldelas reparten un décimo del 86986, el primer quinto premio en salir

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En el centro comercial Carrefour de San Blas, en Pontevedra, se vendió un pellizco del número 43831, uno de los quintos premios
En el centro comercial Carrefour de San Blas, en Pontevedra, se vendió un pellizco del número 43831, uno de los quintos premios Ramón Leiro

Casa Baltar y la administración número 1 de la villa del Verdugo esperaban confirmación de la delegación de Loterías

22 dic 2020 . Actualizado a las 14:34 h.

El madrugador y muy repartido primer quinto premio en salir en el sorteo de Navidad 2020, el 86986, dejó agraciados en Galicia. Entre los muchos sitios donde se vendió este número, figuran dos localidades de la comarca de Pontevedra. Son Caldas de Reis y Ponte Caldelas. En Caldas fue en Casa Baltar, un bar restaurante ubicado en la calle Alhóndiga, 9, que también es administración y receptor de lotería. Al otro lado del teléfono, Carmen Domínguez Baltar, que acaba de abrir el establecimiento, todavía no sabía cuánto había vendido. «Aún no me llamaron de la delegación, pero creo que es un décimo azul por máquina. Me sonaba ese número porque es el prefijo de la provincia», señaló. Casa Baltar es restaurante desde 1921, y fue el primer establecimiento en sellar las quinielas de fútbol en la localidad. Desde la delegación de Loterías y Apuestas del Estado (LAE) en Vigo confirman que en Casa Baltar se vendió un décimo y otro en la administración de Ponte Caldelas. Cada uno conlleva un premio de 6.000 euros  

En Ponte Caldelas, también se vendió parte de 86986 en la administración de lotería número 1, ubicada en la calle de la Iglesia, 12. La lotera, que se enteró por La Voz de que había vendido el número, desconocía la cantidad exacta. Con anterioridad había vendido un primero y un segundo de la lotería del jueves.

En un sorteo esquivo con Pontevedra, casi al final llegaba otro pellizco de otro quinto premio, el 43.831. Parte de este número se vendió en el centro comercial Carrefour de San Blas, en Salcedo (Pontevedra), y en el bar Xolda, de Santa Lucía, en Moraña. «Creo que vendimos por máquina, pero aún no sabemos cuánto», decía Andrea Ramos. Tampoco sabía los detalles Javier Piñeiro, de la cafetería Xolda.