El presidente de la Unión Galega de Policías Locais reclama herramientas jurídicas para hacer efectivas las normas
04 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente de la Unión Galega de Policías Locais (Ugpol), Diego Díaz, que es inspector en Pontevedra y licenciado en Derecho, dice que vienen reclamando desde junio herramientas que les permitan llevar a cabo una aplicación efectiva de las normas relativas al covid. Desde el miércoles, y más con la incertidumbre del «allegado», les llueven las llamadas telefónicas sobre lo que se podrá hacer o no en Navidad. «Ni siquiera podemos hacer nuestra labor preventiva de informar porque sabemos lo mismo que cualquier ciudadano», se queja el inspector, que quiere ver la expresión plasmada en la norma, porque lo que ha trascendido hasta el momento solo añade incertidumbre e inseguridad jurídica.
«Con todo aquel con el que una persona tenga cierta amistad, lo tienes que dar por bueno, porque la definición es tan amplia y abstracta que lo único que puede funcionar es el miedo de la gente a que le pare la policía y le ponga una multa, más que otra cosa», reflexiona Díaz, que añade otro aspecto crucial: «En el domicilio, o hay consentimiento, y tienen que darlo todas las personas que se hallen en él, o no hay nada que hacer». Ejemplifica así las dificultades con las que se toparían ante la eventualidad de tener que ir a una casa para comprobar si los que están reunidos son o no familia, allegados o si simplemente viven allí. De ahí que lleven meses reclamando que la negativa a colaborar con la policía sea sancionable, porque tienen las manos atadas.