El Concello de Pontevedra se queda solo en su rechazo a aliviar la carga fiscal por el covid

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Otros municipios de la comarca ya aplican bonificaciones

13 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno local de Pontevedra se está quedando prácticamente solo a la hora de defender que los impuestos no se tocan ni siquiera durante una pandemia que está provocando una crisis social y económica sin precedentes, además de la sanitaria. Mientras desde la capital provincial se ha despachado el asunto anunciando una rebaja del 31,5 % de la tasa de veladores -a la espera de lo que suceda este mes- y un aplazamiento de los pagos solo mientras duró el estado de alarma, otros municipios próximos sí que han ido más allá en esas medidas fiscales.

En Poio, un gobierno del mismo color político que el pontevedrés, se anunció esta semana que los locales de hostelería no pagarán la tasa de basuras mientras dure el cierre ordenado por la Xunta, al igual que se suprime la tasa de veladores.

En Sanxenxo, tampoco se cobra este año por las terrazas y hay una exención del 50 % en la tasa de basura tanto para los locales de hostelería como para familias con algún miembro que haya perdido el empleo a causa de la pandemia. En Bueu se estudia la fórmula legal para eximir del pago de la tasa de basuras a los negocios y tampoco se cobrará la tasa de veladores,

Marín también suspendió la tasa de recogida de basuras a la hostelería mientras los locales no puedan abrir y tampoco cobrará la tasa de veladores, igual que harán Cuntis o Caldas.

Pontevedra, sin embargo, opta por otra estrategia: «Optamos por incrementar o gasto público, o que beneficia a todos os sectores, non soamente á hostalaría -reiteró ayer la portavoz del gobierno local, Anabel Gulías (BNG)-, e por subvencións para a mellora dos negocios de ata 5.000 euros».

Gulías insistió en que el Plan Supera20, que reparte esas ayudas económicas vinculadas a algún proyecto, ha tenido un eco importante entre la hostelería local y subrayó que esos 5.000 euros de subvención máxima suponen una cifra «moito máis significativa que calquera baixada gradual de impostos».

Gulías aseguró que bajar impuestos es una medida «fácil e demagóxica» y que el Concello de Pontevedra no la aplica porque considera que sería injusta. «De baixar impostos tería que ser unha baixada equitativa. ¿Que diferenza hai entre un negocio de hostalaría que está pechado e unha familia con dous membros no paro?».

«Decisión de todo o goberno»

Lo que sí parece claro es que las criticas que está recibiendo el gobierno local puede pasar factura en la relación entre los socios de gobierno. Máxime cuando la concejala de Promoción Económica, Yoya Blanco (PSOE), anunció el lunes a la plataforma de hosteleros que trasladaría a las instancias correspondientes su demanda rebajas fiscales. Ayer Gulías enfatizó, en lo que parecía un mensaje dirigido hacia su compañera de gobierno, que la apuesta por incrementar el gasto público y por no tocar los impuestos «é unha resposta meditada e consensuada por todo o goberno local de Pontevedra».