La hostelería pontevedresa muestra su lado más solidario en plena crisis
PONTEVEDRA CIUDAD
Impulsan la donación de los alimentos que no podrán servir por el cierre
07 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El sector de la hostelería en Pontevedra inició anoche un cierre forzoso decretado por la Administración autonómica y que se extenderá un mes. Un duro palo para un sector que está siendo duramente castigado por la crisis generada por el covid-19. Pero mientras se mantienen las reivindicaciones de ayudas y protestas por la medida -ayer mismo, a mediodía, hubo una nueva cacerolada que se escuchó en toda la ciudad-, el sector también sabe sacar su lado más solidario: han decidido que los alimentos perecederos que guardan en sus neveras y no van a poder servir en el próximo mes no se pierda, y para ello se ha organizado su donación al banco de alimentos desde la asociación de vecinos O Mirador de Monte Porreiro.
El grupo de empresarios que promueven esta iniciativa -la entrega, abierta a cualquier persona que quiera participar, está programada para hoy mismo de 12 a 14 y de 18 a 20 horas en los locales Estafeta (Plaza Celso García de la Riega) y Mulligans (Cruz Gallástegui, 2)- también pretende impulsar una plataforma de afectados por las restricciones para la que aseguran contar con la adhesión de alrededor de un centenar de establecimientos. Presumiblemente, la próxima semana oficializarán su constitución.
Plan de rescate
Por su parte, la Asociación de Hosteleros Empresarios de Pontevedra (Hoempo), suscribió con colectivos análogos de A Coruña, Santiago, Lugo , Ferrol y Ourense un «Plan de rescate de la hostelería gallega» por el que piden, entre otras cosas, la exoneración de la cuota de autónomos; la modificación del sistema de pago de las cuotas impagadas; la reducción de los alquileres al 50 %; una moratoria para los créditos ICO; o la ampliación indefinida de los ERTES hasta que la situación se normalice.
El documento suscrito por seis organizaciones empresariales del sector de la hostelería también demanda la reducción del IVA al 4 % y ayudas directas por valor de 30 millones de euros que compensen como mínimo el 50 % de las pérdidas ocasionadas por el cierre.