A media tarde de ayer, y a través de su perfil de Twitter, el Cisne confirmó dos nuevos positivos en su plantilla, con lo que ya son, al cierre de esta edición, media docena los jugadores afectados por el covid-19. Esta cifra podría incrementarse, ya que aún faltaban por realizarse ocho pruebas PCR a otros tantos componentes del equipo y que permanecen confinados en sus respectivos domicilios.
La única buena noticia en este sentido es que otras siete PCR dieron negativo.
La situación por la que está atravesando el conjunto del Lérez es consecuencia del partido que disputaron con el Cuenca, que este jueves tenía contabilizados dieciséis contagios. De este modo, y a cuentagotas, el Cisne fue teniendo constancia de nuevos positivos en su plantilla, de tal modo que si el martes eran tres los casos notificados, veinticuatro horas después eran cuatro más a los que se sumaron los otros dos de este jueves.
La primera repercusión de esta situación ha sido el aplazamiento del partido que debía enfrentar al Cisne este sábado con el club local de Guadalajara, mientras que el que tendría que disputar contra el Barcelona en el Pabellón Municipal de Pontevedra está en el aire. Distintas fuentes apuntaron la posibilidad de que se tenga que suspender debido a que los jugadores que han dado positivo tendrán que estar diez días aislados.
A esto hay que añadir los compromisos individuales de algunos jugadores. No en vano, para la primera semana de noviembre en la que se para la Liga Asobal, Jabato y Pablo González están convocados por la selección juvenil, mientras que Álvaro Preciado lo está por la júnior. Asimismo, otros jugadores están pendientes de su posible convocatoria por parte del combinado autonómico.