Sigue pendiente el convenio para las dos líneas urbanas

S.b. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

04 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace casi un año, en noviembre del 2019, y tras muchos desencuentros Xunta y Concello de Pontevedra llegaron a un acuerdo refrendado por los técnicos y cerrado por los políticos: refundir en dos las cuatro líneas de bus urbano que cruzan la ciudad de modo y cuyo coste viene asumiendo desde hace mucho tiempo la Administración autonómica. Fue la solución de consenso a una vieja disputa: hacer cumplir a Pontevedra la obligación legal de que como municipio de más de 50.000 habitantes cuente con su propio sistema de transporte público.

Pero cuando se iba a negociar la parte más escabrosa -la financiación-, llegó el estado de alarma, el confinamiento y todo se detuvo. Ahora ambas partes deben retomar las negociaciones, algo para lo que se muestra más interés desde Santiago que desde Pontevedra.

¿Cómo serán las dos líneas urbanas que recorrerán Pontevedra?

Son dos rutas circulares. La primera ruta saldrá de la rotonda de Rosalía de Castro con Manuel el Palacio, e irá por la plaza de Galicia, Eduardo Pondal, Doce de Novembro y A Estrada para dirigirse hacia Montecelo; y de ahí, por Mourente, A Paloma y Os Campos hasta Monte Porreiro. El recorrido de vuelta será similar, pero bajando por Loureiro Crespo.

La segunda línea saldrá de la estación de autobuses y seguirá por Eduardo Pondal, Doce de Novembro, José Casal, Ponte dos Tirantes, Aleixandre Bóveda, Juan Bautista Andrade y Médico Ballina para enfilar hacia el Ponte das Palabras y Monte Porreiro. A la vuelta, hará el mismo recorrido hasta Pasarón y seguirá por Aleixandre Bóveda, Ponte Dos Tirantes, Padre Gaite, Perfecto Feijoo, San Antoniño, travesía de A Eiriña y Eduardo Pondal para concluir en la estación de autobuses.

Se prevé que cada uno de los trayectos lleve alrededor de media hora y que la frecuencia de pasos sea de un autobús cada treinta minutos.

¿En qué punto está la negociación?

En noviembre se cerró el acuerdo técnico ­-de cuatro líneas actuales en dos- y político, con el Concello dispuesto a asumir el déficit que puedan arrojar las mismas, aunque la gestión seguirá en manos de la Xunta. Pero falta por suscribir un convenio que concrete los detalles y permita la licitación de las líneas. Justo antes del confinamiento, la Xunta estaba estudiando el marco jurídico del convenio que han de firmar ambas instituciones, y se estaba pendiente también de la resolución del concurso para adjudicar las concesiones. Desde la Xunta se reconoce que además del estado de alarma, la convocatoria electoral de julio contribuyó también a retrasar una negociación que se espera retomar en breve.

¿Cuándo podrá ponerse en marcha el sistema?

El Concello no tiene demasiada prisa. «O traballo está feito. Que tarde máis ou menos non será un problema», indicaba hace unos meses el concejal de Transporte Demetro Gómez. La Xunta sí que urge que se reactive la negociación para que el Concello asuma el servicio cuando antes.