Estos son los brotes que dispararon los contagios en Pontevedra durante las restricciones

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Epidemiología recurre a la Policía Local al no poder localizar a los contactos aislados

14 oct 2020 . Actualizado a las 21:55 h.

Hace dos semanas que el Sergas aplica restricciones en la ciudad de Pontevedra, Poio y Vilaboa y recientemente en Marín y Vilagarcía. La decisión llegó del comité clínico para intentar controlar una escalada de casos desbocada, que sumó en este período cerca de 400 contagios. A los siete días de su entrada en vigor deberían de empezar a verse los resultados, pero, ¿qué ha ocurrido? Pues lejos de que las cifras bajen, siguen subiendo. La respuesta la tienen, como casi siempre, los números. El servicio de epidemiología del área sanitaria ha contabilizado en este tiempo 36 grandes brotes, algunos de ellos de hasta 96 personas vinculado a una fábrica avícola. No es el único. Un cumpleaños en Poio con 34 casos, una celebración de amigos y un supermercado en Marín con 15 y 12, respectivamente, un matadero con 24, once en la Brilat, 14 en una empresa del área, seis en una comunión de Vilaboa ocho en una empresa de comercialización de túnidos o el vinculado a la hostelería pontevedresa, con 17, son solo algunos de los brotes más significativos que han llevado al área sanitaria de Pontevedra-O Salnés a situarse como la segunda de Galicia con mayor incidencia de casos. Además de decenas de brotes en las familias. 

La explicación parece sencilla: falta responsabilidad social e individual. «La única vacuna que tenemos ahora son tres cosas: distancia social, mascarilla e higiene», apunta Miguel Álvarez Deza, jefe del servicio de alertas epidemiológicas de Pontevedra, quien advierte de la importancia de no descuidarse y cumplir las normas. La receta está clara, pero la población no lleva a rajatabla la biblia sanitaria que se ha impuesto desde el inicio de la pandemia. «Para frenar esto hace falta no hacer reuniones y eso no se está cumpliendo», apunta Álvarez Deza. Tanto es así que desde el servicio aseguran que diariamente tienen que ponerse en contacto con la Policía Local de los distintos ayuntamientos para que localicen a población que debería de estar confinada. «Casi todos los días hay que decirle que comprueben los contactos de los positivos. Desde la central de seguimientos intentan localizarlos diariamente, a veces no le cogen el teléfono en diez llamadas y no le pueden hacer la encuesta epidemiológica», explica.

Este es el día a día de un servicio que controla la pandemia en la ciudad y desde el que advierten de que las restricciones pueden llegar a empeorar, como ocurre ya en Ourense. «Para no seguir sumando es importante insistir en la prevención. Lo de los brotes tiene que ver con el comportamiento individual y de grupo, si te dedicas a celebraciones surgen estas cosas», recalca una y otra vez Álvarez Deza, quien añade que «los brotes se mantienen (en el área) al mismo ritmo o incluso más». Rechaza además la idea de que la vuelta al cole esté suponiendo un foco de propagación. Los positivos en los centros llegan de contagios en las familias, según los datos de epidemiología.

Síntomas leves o asintomáticos

La baja presión hospitalaria -15 ingresos en planta y cinco en la uci- da un poco de aire a unas cifras estremecedoras. El epidemiólogo coincide con las palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa, que reconoció que esta ola es «de menor intensidad y más lenta» que la primera. «Sí, la mayoría de la gente es asintomática, con menos carga viral y los síntomas son más leves», apunta. Sin embargo, recuerda que esos jóvenes conviven con padres y abuelos a los que pueden poner en riesgo.

El número reproductivo instantáneo debe de estar por debajo de 1 para tener la situación controlada, y en municipios como Vilagarcía llegó a 2 e incluso a 4, por cada positivo se contagiaba cuatro personas. «Está controlado cuando está por debajo del 1, cuando un caso no contagie a nadie. Vamos a seguir conviviendo con esto mucho tiempo», apunta Miguel Álvarez, que recalca la importancia de vacunarse de la gripe para contribuir a evitar que se puedan contraer varios virus vinculados con el aparato respiratorio.