Belas Artes: así será el próximo curso en uno de los grados del campus con docencia presencial

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

Caballetes asignados, adaptación de espacios y más ventanas son algunas medidas

23 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Belas Artes es uno de los tres grados del campus de Pontevedra que tendrá, en principio, docencia presencial el próximo curso. Las universidades tienen un poco más de margen que colegios e institutos porque las clases no empiezan oficialmente hasta el 21 de septiembre. Con un mes por delante todavía hay cuestiones en el aire, pero desde el equipo decanal empezaron a trabajar en julio con las medidas que tienen que poner en marcha para garantizar la seguridad de alumnos y docentes.

Cada facultad tuvo que elaborar un protocolo adaptando el plan general de prevención y control sanitario -que exige la Xunta a través de la Secretaría Xeral de Universidades- a sus circunstancias concretas. Belas Artes, un centro donde estudiarán unos seiscientos alumnos el próximo curso, deja claro, de entrada, que no le sobran espacios. Su decano, Xosé Manuel Buxán, explica que habrá mayor separación en las aulas y que los caballetes, un elemento fundamental en esta facultad, se asignarán a un par de personas por turno. Se trata de saber en todo momento quien utiliza el material.

«O curso empeza o 21 de setembro, pero temos que traballar arreo e hai cousas que non van dar tempo para esa data. Todo depende tamén de como evolucione a situación», señala el decano. Belas Artes está revisando todo el edificio del antiguo cuartel de San Fernando para sacar el máximo partido posible a sus espacios. Cada metro cuenta.

Una idea es dar mayor envergadura a los ventanucos batientes de las aulas grandes que dan al patio central y que son muy usadas en pintura y escultura de varios cursos. Para hacer más grandes esas ventanas la facultad necesitará la colaboración de la unidad técnica al ser una obra costosa. Mejorar los medios tecnológicos es otra medida, instalando videoproyectores y pizarras electrónicas en aulas que no las tenían para poder compatibilizar la docencia presencial con la virtual en caso necesario. El salón de actos de la facultad también se habilitará como espacio docente y se emplearán para nuevos usos de grupos pequeños espacios que hasta ahora usaban grupos de investigación. La biblioteca se readaptará. Los espacios no sobran porque las piezas y los trabajos ocupan mucho, apuntan desde el equipo decanal. «Gañamos espazos de investigación porque desaparecen algúns mestrados e renegociamos con Esdemga os espazos para sacar o máximo partido, se non non dariamos conta». En la facultad hay asignaturas que trabajan con ordenador y en esos casos se optó por poner paneles de metacrilato entre el alumnado. La intención del centro es hacer como en algunos gimnasios, donde cada usuario limpia su puesto. El presupuesto que conllevarán todos esos cambios y readaptaciones de espacios no está cuantificado económicamente. La renovación de muchos equipos informáticos que estaban obsoletos se suma a las necesidades derivadas de la pandemia: «Necesitaremos axuda da Universidade».

Belas Artes fue una de las 72 titulaciones del sistema gallego que cerraron tras el primer plazo de matrícula. En primero ofertaba 130 plazas y la nota de corte fue este año más alta, 7,140. «A ese nivel foi moi ben e somos unha titulación con altas expectativas», considera su decano.