Pontevedra resuelve tras diez años el futuro del aparcamiento Veteris

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

El cuarto intento de adjudicar la concesión se salda al fin con una propuesta en firme

14 sep 2020 . Actualizado a las 20:23 h.

Pontevedra puede estar muy cerca de poner punto y final a uno de los episodios más bochornosos de la tramitación municipal de los últimos tiempos: la adjudicación del aparcamiento Veteris. En un municipio muy riguroso desde el punto de vista de tramitación urbanística -apenas hay sentencias contra decisiones municipales en este campo-, el aparcamiento construido bajo la calle Antón Fraguas es uno de esos borrones que no dio más que quebraderos de cabeza tanto a políticos como a técnicos.

La junta de gobierno local aprobó este lunes el informe de la mesa de contratación que propone la adjudicación de la explotación del estacionamiento a la empresa Párking Centro Ciudad Pontevedra SL, una sociedad vinculada a la promotora Veteris, que construyó el aparcamiento y lo gestiona desde el año 2010. La propuesta de adjudicación es por un período de 65 años y la empresa tendrá que abonar al Concello un canon anual de 26.500 euros más IVA.

De esta manera -y sin cambiar nada en realidad, pues la gestión del estacionamiento seguirá como hasta ahora-, se podrá poner fin a más de una década de inseguridad jurídica que alcanzó su cénit en el año 2014, cuando sendas sentencias del Tribunal Supremo y del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia dejaban prácticamente en el limbo el futuro del estacionamiento.

El párking fue polémico desde su gestación en el año 2003, cuando se aprobó una modificación puntual del PXOM que amparaba -en contra el criterio de algunos técnicos municipales y también de miembros del gobierno local- la construcción bajo viario público de un estacionamiento vinculado a una promoción privada. El asunto se vistió de concesión municipal, pues 443 de las 661 plazas serían de uso público en régimen rotatorio, pero la convivencia de estas plazas con las vinculadas a las viviendas dieron pie a inseguridad jurídica y el asunto llegó a los tribunales.

Intervención de la Justicia

Aquella modificación puntual del PXOM acabó siendo anulada parcialmente, y en el 2007 el Concello aprobó un Plan Especial de Dotacións e Infraestruturas (PIED), para dar cobertura legal al estacionamiento subterráneo. Este plan también acabaría siendo anulado por la Justicia.

Antes de que se conociera este fallo, en el 2009 el Concello y Veteris firmaron un convenio por el que se acordaba la concesión directa de la gestión del estacionamiento a la empresa. Para cubrirse las espaldas ante la inseguridad jurídica existente, se incluyó una cláusula por la que Veteris renunciaría a pedir indemnización por el lucro cesante en caso de anularse la concesión, y el Concello cifraba en 3,1 millones el coste de la obra ejecutada para construir la infraestructura. Ese sería el coste a abonar a Veteris en caso de que esta no fuera finalmente la adjudicataria. El Concello fijó en esa cantidad el canon que tendría que abonar una nueva concesionaria.

En octubre del 2010, y pese a la existencia de varias causas judiciales abiertas, el estacionamiento subterráneo abrió al fin sus puertas.

Pero en el 2014 llegaron los varapalos en forma de sentencias. El Tribunal Supremo falló a favor de la reclamación de una empresa competidora -que explota un aparcamiento privado próximo a Veteris- y anuló aquel Plan Especial de Infraestructuras y Dotaciones por carecer de informe ambiental.

Lo curioso es que al afrontar la elaboración de un nuevo Plan tras conocerse la sentencia, un cambio legal provocó que el nuevo documento estuviera exento del trámite ambiental que provocó su anulación.

En las mismas fechas que el fallo del Supremo se conoció otro del TSXG que anulaba la concesión directa, obligando al Concello a sacar de nuevo la adjudicación a concurso.

Desde el 2015 el concurso se declaró desierto en tres ocasiones

A raíz de las sentencias del Tribunal Supremo y del TSXG, el Concello se vio obligado a rehacer la tramitación administrativa y a sacar a concurso la gestión del estacionamiento Veteris.

Solventadas las trabas administrativas, el Concello trató hasta en tres ocasiones de adjudicar el párking, sin éxito. El elevado coste derivado del convenio del 2009 (por el que la adjudicataria, en caso de no ser Veteris, tendría que abonar más de tres millones de euros como canon inicial) provocó que no hubiese ninguna empresa interesada. Solo mostró interés la propia Veteris, que no tendría que hacer frente a ese canon inicial.

Desde el 2015 se sucedieron los intentos fracasados de regularizar el estacionamiento. El primero, a través de un concurso de libre concurrencia que quedó desierto; el segundo, en un proceso negociado y sin publicidad al que se invitó a cuatro empresas del sector, incluida Veteris y también fue declarado desierto; el tercero, ante la falta de ofertas, modificando ligeramente el pliego de condiciones. A este último optó Veteris, pero un defecto de forma en la documentación presentada por la empresa impidió la adjudicación.

Hace unos meses se convocó de nuevo ese último concurso y ahora al fin hay una propuesta de adjudicación a Párking Centro Ciudad Pontevedra SL, firma vinculada a la propia Veteris.

La concejala de Patrimonio Municipal, Carme da Silva (BNG) no ocultó la satisfacción existente en el Concello (tanto entre los políticos como entre muchos funcionarios que llevan años lidiando con este asunto), toda vez que parece que esta vez sí puede ser la definitiva y el aparcamiento subterráneo puede quedar regularizado.