¿Cuáles son las medidas que impone la Xunta en el comedor escolar?

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Escolares, el pasado noviembre, en el comedor del CEP Campolongo, en Pontevedra
Escolares, el pasado noviembre, en el comedor del CEP Campolongo, en Pontevedra RAMON LEIRO

Semana decisiva para el futuro del servicio en Pontevedra y Vigo a la espera de la reunión con la Consellería de Educación

14 sep 2020 . Actualizado a las 20:49 h.

La Federación de Asociacións de Nais e Pais de Alumnos de Centros Públicos da Provincia de Pontevedra (Fanpa) y la Federación Olívica de Asociacións de Nais e Pais de Alumnos de Vigo e Comarca (Foanpas) ponían el pasado viernes sus condiciones por escrito para seguir prestando el servicio de comedor escolar y aulas de madrugadores en el curso 2020/2021. Unos días antes trascendía que los dos colectivos renunciaban a la prestación de esos servicios al considerar que es inviable aplicar lo que establece el Protocolo de adaptación ao contexto da covid-19 nos centros de ensino non universitarios de Galicia para el próximo curso. Pero, ¿qué dice ese protocolo elaborado por las Consellerías de Educación y Sanidade?

El documento, de 94 páginas, dedica menos de dos a los comedores bajo el epígrafe de «Medidas xerais en relación co uso do servizo de comedor». La Administración establece que el uso del comedor escolar, tanto de gestión directa como indirecta, y con independencia de quien preste el servicio, quedará limitado a la capacidad suficiente para tener al alumnado separado por 1,5 metros de distancia, «ou 1 metro sempre que non estean encarados». Con la finalidad de prestar el servicio al mayor número de escolares, dice el protocolo, se podrán establecer segundos y terceros turnos de comida en función de la capacidad horaria del transporte escolar, y del personal disponible para atender a los comensales.

El documento también recoge que, en la medida de lo posible, el alumnado se sentará en el comedor agrupado por aulas, de forma que se mantenga la continuidad del grupo de pertenencia. Los menús serán los utilizados habitualmente según la temporada y cuando sea posible serán emplatados en cocina y servidos en bandeja. También se alude a que el personal colaborador respetará las ratios que correspondan al número de alumnos presentes en cada uno de los turnos. Y este personal colaborador será el mismo en cada uno de los turnos.

El protocolo fija que el personal de cocina tiene la obligación de lavar «todo o enxoval, electrodomésticos e utensilios que se utilicen no proceso de elaboración dos menús». Finalmente se incide en que el protocolo de aplicación en el caso de los centros educativos que dispongan de cafetería será el que en cada momento esté vigente para los establecimientos de hostelería.

Las dos federaciones de padres de alumnos entienden que ese 1,5 metro de separación entre comensales hace inviable seguir prestando el servicio a más 3.500 usuarios en la provincia a no ser que la Consellería de Educación asuma tres condiciones. Una es la atención a la totalidad de usuarios manteniendo lo que fija el protocolo. Esa implica la utilización de más espacios dedicados a comedor y aulas de madrugadores, bien sea de forma provisional o permanente, o bien un aumento en el número de horas del servicio, por ejemplo, desde las 13 horas en lugar desde las 14 horas actuales. Dice la Fanpa y Foanpas que eso podría ser una solución para aquellos comedores ya saturados con varios turnos y que tienen una cifra de alumnos de infantil elevada. Eso conllevaría, sostienen las familias, un aumento significativo de monitores y cuidadores, además de la desinfección pertinente del espacio de comedor.

La segunda condición es que los costes económicos derivados del incremento de personal necesario para atender más espacios y más horas y menos alumnos por espacio, así como los derivados de los costes materiales para garantizar la salubridad de los servicios, sean asumidos de forma extraordinaria por la consellería mientras la aplicación del protocolo esté en vigor. La tercera condición que ponen las federaciones es el compromiso de colaboración por parte de Educación «para asumir cantas actuacións sexan necesarias segundo a evolución derivada da covid-19».

Con las condiciones sobre la mesa, el conflicto está pendiente de una reunión que se celebrará esta semana. Así lo anunció el viernes la Xefatura Territorial de Educación en Pontevedra, que prometió que habrá diálogo con los padres para intentar desbloquear la situación a poco más de un mes del inicio del curso.