«Nuestra intención es que haya una corrida, pero depende de la televisión»

Alfredo López Penide
López PEnide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Emilio Moldes

Eduardo Lozano afirma que con solo con 800 localidades el festejo sería inviable

17 jul 2020 . Actualizado a las 10:24 h.

A escasas semanas de que comiencen las fiestas de A Peregrina, el empresario Eduardo Lozano sigue intentando mantener la tradicional feria taurina de Pontevedra, una cita de, a decir de los expertos, no se interrumpió ni durante la Guerra Civil. «Nuestra intención es que haya toros, pero tenemos que ver las exigencias que nos piden», remarcó este jueves el propietario del coso de San Roque.

La pandemia del covid-19 ha determinado, entre otras medidas de calado sanitario, que se limiten los aforos de los espectáculos públicos, algo que, en el caso concreto de la plaza de toros de Pontevedra, se traduce en una reducción de los 7.800 espectadores que puede albergar en condiciones de normalidad a unos ochocientos. Lozano tiene claro que, con esta limitación de público, aun colgando el cartel de no hay billetes, la corrida de toros sería inviable en todos los ámbitos, pero especialmente en el económico.

Es por ello que entiende que la única solución pasaría por el hecho de que una televisión adquiera los derechos de emisión. Por lo pronto, reconoció que «estamos en contacto con TVE», así como precisó que lo más probable es que dispongan de una respuesta al respecto a lo largo de la jornada de este viernes. En este punto, el empresario fue contundente: «La que tendrá la última palabra es la televisión. Si no le interesa, es muy difícil hacer nada con ochocientas localidades».

Insistió en varias ocasiones en que «si no se pueden meter más de ochocientas personas en la plaza y no viene la televisión, no se puede hacer nada. Con solo las ochocientas localidades no se puede ir a ningún lado».

A este respecto, apuntó que el gobierno local no es el que determina las limitaciones de aforo, ni los protocolos sanitarios que se deben aplicar en los espectáculos públicos. Ambas cuestiones son competencia de la Xunta, que es la que determina este tipo de cuestiones y la que emitió hace escasas semanas un protocolo en materia de ocio nocturno, fiestas, verbenas y otros eventos populares y atracciones de ferias.

Si bien en esta normativa no se hace referencia expresa a las corridas de toros, lo cierto es que es asimilable a cualquier espectáculo público. En este protocolo, entre otras cuestiones, se establece que para determinar el aforo se debe partir de la base de una persona por cada tres metros cuadrados hasta un máximo de dos mil personas en el caso de que la superficie útil del recinto supere los ocho mil metros cuadrados. En caso contrario, el límite máximo se sitúa en un millar de espectadores.

Además, «deberán establecerse las medidas necesarias para mantener la distancia de seguridad interpersonal en el interior y en el exterior del recinto y para evitar aglomeraciones». Precisamente, esto último es especialmente complicado en la plaza de toros de Pontevedra, donde al término de los festejos decenas de personas se suelen situar a la salida de la puerta principal para saludar a los triunfadores de la tarde cuando salen a hombros de la arena.

«Con estas dificultades, estamos intentando organizar una corrida», apuntó lacónico Eduardo Lozano, al tiempo que señaló que la fecha de la misma, de celebrarse, sería el 9 de agosto, día de A Peregrina.