Más de un siglo de ilustración en femenino

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

La exposición «Debuxantas», en el Museo de Pontevedra, aúna los trabajos de cuarenta artistas desde el siglo XIX hasta la actualidad

07 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Al igual que ha ocurrido en otras capas de la sociedad y la cultura, hasta hace relativamente poco tiempo el mundo de la ilustración era un ámbito eminentemente masculino. Solo hay que echar un vistazo a la serie de The Big Bang Theory, cuya conclusión quedó eclipsada por la finalización de Juego de Tronos, para observar cómo la presencia de mujeres en el mundo del cómic, ya no solo como artistas, sino como incluso consumidoras, es objeto de tópicos y estereotipos.

Es por ello que exposiciones como la que estos días se puede visitar en el Museo de Pontevedra, Debuxantas. Pioneiras da ilustración, contribuyen a ir saldando la enorme deuda que la sociedad tiene con estas artistas. La muestra reúne más de 130 obras de cuarenta mujeres de los fondos del Museo ABC y abarca un período de tiempo que arranca en el siglo XIX y se detienen en nuestros días, en los que muchas de las composiciones y obras están marcadas por las nuevas tecnologías y los medios digitales.

Corría el mes de marzo de 1931 y España respiraba ya los aires de lo que sería la Segunda República Española cuando el Lyceum Club Femenino organizaba el primer Salón de Dibujantas. Tal y como reseñan Josefina Alix y Marta González Orbegozo es cierto que hasta entonces «algunas mujeres habían estado presentes en muchas exposiciones de la época, pero siempre relegadas a un segundo plano y teniendo que soportar una crítica condescendiente y paternalista». El camino para lograr tener un status propio que, entre otras cosas, eliminará etiquetas como que su obra era masculina, había comenzado.

De este modo, la muestra está divida en, por así decirlo, cuatro arcos temporales que empiezan en las postrimerías del XIX, tiempo en el que sobresalen nombres como los de Ceferina de Luque, Madame Gironella o Maroussia Valero. Las tres ofrecen una visión de la mujer muy diferente que va desde una exaltación heroica de la primera hasta el cosmopolitismo presente en buena parte de los trabajos de Valero.

La modernidad llega en los años veinte y treinta, en los que la obra de las ilustradoras se ve influenciada por los movimientos artísticos internacionales. En paralelo, revistas como Blanco y Negro empiezan a apostar por mujeres de la talla de Ángeles Torner Cervera, Piti Bartolozzi, Viera Sparza, Victorina Durán o Delhy Tejero, entre otras.

Toda esta efervescencia cultural se vio frenada por la Guerra Civil. Solo con la posguerra, un grupo de mujeres trataron de hacerse un hueco en diferentes ámbitos. Así, según refieren Josefina Alix y Marta González en el catálogo de la muestra, Xelia (Elia Martínez Fernández) sobresale ilustrando las portadas de novelas rosas que tanto proliferan por aquella época, mientras que Coti (Lucrecia Feduchi) «aportó un aire fresco, alegre y cosmopolita a la moda». La exposición, de igual modo, rescata «de las brumas gallegas» a la desconocida y barroquista Teófila Sasiaín.

La muestra se cierra con las obras de una serie de artistas de actualidad, además de mostrar la obra de Isabel Uceda, la única de las ilustradoras presentes en esta exposición con imágenes abstractas, muchas de las cuales sirvieron para acompañar a una sección de pensamiento en el ABC. De igual modo, se expone una muestra muy representativa de Mar Ferrero, la más joven y la que ha exprimido todas las posibilidades que ofrece Internet.

No son las únicas. En este último arco temporal también se destaca la labor de Aitana Martín o la de Ana Muñoz.

Historias rescatadas

Mientras algunas de esta artistas lograron que su nombre trascendiera más allá de su obra, lo cierto es que una buena parte, sino la mayoría, de estas mujeres cayeron en el ostracismo. «Hemos rescatado la historia y las vidas de unas mujeres desconocidas y olvidadas, de las cuales no existía ni una sola noticia, ni un solo documento», concluyen Alix y Orbegozo.