El marisqueo a flote regresa a la ría por primera vez desde el comienzo del estado de alarma

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Capotillo

El sector de a pie todavía no ha decidido cúando se producirá su vuelta al trabajo en las playas

21 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las embarcaciones marisqueras volvieron al fondo de la ría de Pontevedra ayer por la mañana en la primera jornada laboral desde el comienzo del estado de alarma en marzo. La decisión estaba tomada desde la semana pasada, pero no se pudo llevar a cabo el lunes por causa de un episodio de toxinas lipofílicas, detectado por el Intecmar. Los nuevos análisis demostraron la remisión de la marea roja y la Consellería do Mar dio luz verde a la vuelta de los barcos a los bancos marisqueros.

No obstante, la incertidumbre sobre la demanda del producto y el precio de la almeja disuadió a buena parte de las tripulaciones y pocos barcos salieron a trabajar este miércoles.

Las embarcaciones faenaron en el entorno próximo a la costa de Os Praceres, en Lourizán. La lonja de Campelo recupera de esta forma la venta de almeja, sumándose a otras rulas gallegas como las arousanas, que lo empezaron a estar operativas desde hace ya dos semanas. Desde la suspensión voluntaria del marisqueo pontevedrés, el parqué de Campelo ha subsistido únicamente con las ventas del choco.

Impacto de la pandemia

La declaración del estado de alarma por la pandemia del coronavirus cerró restaurantes, hoteles y los canales de comercialización en marzo, lo que provocó el rápido cierre de la actividad marisquera, que aunque no fue incluida en las actividades vedadas por el decreto, no tenía a quién venderle su producto. La situación de cada lonja y de cada cofradía ha impuesto una respuesta distinta en cada caso, que incluso se ha plasmado en la reacción de los distintos sectores y rulas.

En la ría de Pontevedra, mientras que las agrupaciones de mariscadoras de a pie optaron dos a una -Pontevedra y Raxó frente a Lourizán- por esperar a una fase posterior de la desescalada, en el caso del sector de a flote el resultado fue favorable a volver cuanto antes al mar, también por dos a una -Raxó y Lourizán frente a Pontevedra-.

En este sentido, la vuelta del marisqueo a pie dependerá, en gran medida, de la reapertura de la hostelería en Galicia y de la evolución de la pandemia. Las cofradías estarán muy pendientes de la evolución de los precios y de la demanda de bivalvos en las subastas que se producirán a lo largo de esta semana.