«Na FP é complicado, porque as prácticas son fundamentais»

Cristina Barral Diéguez
CRISTINA BARRAL PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

Los centros preparan la vuelta a clase con pocos alumnos

20 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Institutos y centros integrados que imparten ciclos de formación profesional (FP) en Pontevedra se preparan también para la vuelta voluntaria a las aulas desde el próximo lunes, 25 de mayo. El hecho de que el regreso se limite a alumnos de segundo de ciclos medios y superiores, dejando en sus casas a los de FP Básica, hace que no sea grande el número de estudiantes que acudirán a sus centros. Lo que supone un cierto alivio en momentos de incertidumbre y con la vista puesta ya en el inicio del próximo curso.

Lo confirman tanto en el CIFP Carlos Oroza como en el IES Montecelo. Manuel Hermo, director del Carlos Oroza, cifra entre 15 y 21 los alumnos de un total de 450 que podrían asistir a clase desde el lunes. En el IES Montecelo son menos, unos siete de 340, según apunta su director, Miguel Carballa. La razón es que el grueso de los estudiantes tendrían que estar haciendo a estas alturas de curso la formación en centros de trabajo (FCT), que tiene un papel importante en la FP. La pandemia obligó al Ministerio de Educación y a la Consellería de Educación a buscar una alternativa para esas prácticas. Había varias opciones. Hermo cuenta que en su centro la mayoría optó por acogerse al proyecto alternativo sin prácticas, aunque también hubo quien decidió aplazarlas para septiembre. «Só temos dúas alumnas facendo prácticas nunha panadería e outra de Turismo que empeza o luns, pero a través de teletraballo», señala. Para la vuelta a clase, aunque serán pocos, harán turnos.

En el IES Montecelo, donde han señalizado en el suelo entradas y salidas con vistas a la reserva de matrícula de junio, la mayoría de los estudiantes también se acogieron al proyecto alternativo. Miguel Carballa hace hincapié en que la preocupación es grande respecto al próximo curso. «A teledocencia é máis complicada na FP, porque as prácticas son fundamentais. Hai que aprender facendo, e nos talleres hai traballos que non pode facer un só, e profesores que explican sen distancias de seguridade, porque non son posibles», recalca.