«Por desgracia el comercio pequeño ya no tiene avalanchas ni en rebajas»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Los negocios de la ciudad se plantean alguna promoción para dar salida al material

15 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El comercio de Pontevedra lleva con dudas desde que Galicia entró en la fase 1, pero ahora ha sumado una más a esa incertidumbre que supuso abrir las puertas el pasado lunes. El Gobierno prohibió hacer rebajas y advirtió en un principio de que solo se permitirían esos descuentos a través de Internet para evitar avalanchas en los locales. Aunque un día después el Gobierno parecía dejar una puerta entreabierta a permitirlas, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, zanjó el debate con un no a las rebajas.

En medio de este sainete están los comerciantes, que más desanimados que desconcertados aseguran que: «Por desgracia hace años que el comercio pequeño ya no tiene avalanchas». Carlota Magariños, de Ricar Moda, es quien pronuncia estas palabras, que suscriben muchos de sus compañeros de sector. Resignados a la situación que atraviesa el comercio tienen claro que si no puede haber rebajas, habrá descuentos o promociones que permitan dar salida a una mercancía que se quedó en los almacenes el pasado 14 de marzo. Desde la tienda de moda infantil Magic of London, María Belén Calviño asegura que «nuestra intención era poner rebajas para poder hacer algo con toda la ropa que nos llegó el día antes de cerrar. Hay que moverla porque el verano aquí dura dos días». Todos coinciden en afirmar que es imposible que se produzcan cualquier tipo de aglomeraciones, ya que el aforo no puede superar el 30 % en esta fase, una medida que en buena parte de los locales no permite que dentro haya mucho más de uno o dos clientes.

«Estamos preocupados y agobiados, la gente quiere comprar, pero es complicado y nosotros estamos en un momento en el que necesitamos tener liquidez», comenta Carmina Mora, de la tienda de ropa Bess, que no se plantea la opción de que no pueda hacer algún descuento: «Si las marcas ofrecen las prendas más rebajadas en sus webs, cómo la vamos a vender nosotros más cara». La opción de vender a través de Internet no convence al pequeño comerciante, que sufre desde hace años la amenaza de las redes. Desde Zona Monumental aseguran, sin negar la necesidad de los negocios de modernizarse, que no es momento de plantear esta posibilidad de descuentos como viables para un sector asfixiado por los grandes cadenas y su venta on line. «Alguno las acabarán haciendo de puertas para adentro», reconocen sobre la posibilidad de descuentos en verano.

En Ricar Moda, cuya clientela es gente mayor, la posibilidad de presentarse en plataformas digitales es una opción prácticamente imposible. «No solo eso, tenemos la tienda abierta, pero nuestra clientela casi no sale a la calle y tienes el local vacío», lamenta Magariños, que como una de las responsables de Bess apunta: «Necesitamos que la gente recupere el ir de compras como algo alegre, que forme parte del ocio».

Los comerciantes llevan días casi vacíos y ahora ven en la prohibición de las rebajas una piedra más en una mochila que ya no aguanta más peso. Pero hay quien da un soplo de ánimo a sus compañeros. «Hay que tener paciencia, de esta saldremos, como la hacemos siempre y lo haremos como toros», explica desde las zapaterías Krack, que pudieron abrir sus puertas de la tienda de Benito Corbal por tener solo cuatro metros menos de los 400 permitidos.