Así será la vuelta del mercadillo este sábado: Mascarillas, más separación y carriles para caminar

Nieves D. Amil
NIeves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Los puestos tendrán que tener una espacio de 3,5 metros entre uno y otro, pero amplían la superficie para que puedan acudir todos los que tienen licencia

15 may 2020 . Actualizado a las 10:07 h.

El mercado ambulante de Pontevedra regresa este sábado al Paseo Rafael Areses y al entorno del parque Rosalía de Castro después de dos meses sin celebrarse. Y lo hará con más superficie y nuevas medidas de seguridad. Desde ahora habrá 3,5 metros de separación entre puesto y puesto y dos carriles separados de dirección única que permitan la fácil circulación. Estarán separados por una valla para permitir la fácil circulación de las personas, además contará con dispensadores de gel hidroalcóholico en las zonas de acceso. La Policía Local y vigilantes de seguridad se encargará de controlar el aforo.

Durante estos días la concejalía de Promoción Económica y Turismo trabajo en la elaboración de un mapa que redistribuye el espacio y garantizando que, en el improbable caso de que se instalen los 56 puestos con licencia, se mantengan las estrictas medidas de seguridad. El montaje de los puestos se llevará a cabo entre las siete y las nueve de la mañana, bajo vigilancia, y todos los ambulantes deberán atender con mascarillas y guardar seis metros de separación con los puestos que estén enfrente. «A reanudación da actividade do mercado ambulante cumprirá estritamente coas medidas de hixiene e seguridade na orde do Goberno do 9 de maio», explica la responsable municipal, Yoya Blanco, quien añadió que: «En todo caso, eu mesma encargareime de supervisar persoalmente que ningún se desmande e que non haxa nin o máis mínimo incumprimento». Bajo la premisa de «ou todos ou ninguén», el Concello centró los esfuerzos de su departamento en incrementar la superficie de instalación, «xa que temos espazo de sobra para garantir as condicións hixiénico-sanitarios e non ten ningún sentido facer unha criba discriminatoria. Todos teñen que comer». El Ministerio de Sanidad permitía en el marco del plan de desescalada que hubiese una limitación del 25 % de los puestos habituales o el aumento de la superficie para garantizar la seguridad. Pontevedra optó por esta medida.