Ciudades de Galicia, de España y de todo el mundo se lanzan a recuperar espacio público para ganar zonas para pasear o hacer deporte. Pontevedra no lo necesita: lleva 20 años haciéndolo
10 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Alguien se inventó la palabra esos días en Twitter: las ciudades del mundo necesitan pontevedrizarse a raíz del confinamiento obligado para tratar de frenar la propagación de la pandemia provocada por el covid-19. Es una manera de describir las nuevas necesidades derivadas de la desescalada, de la obligación de salir a la calle manteniendo la llamada «distancia social», de ganar más espacio para los vecinos o para las terrazas de los negocios de hostelería. Esta misma semana, el periodista Carles Francino lo reivindicó en la apertura de su programa La Ventana, de la cadena Ser: «De las muchas preguntas que plantea esta pandemia, aparece el debate sobre cómo deberían ser las ciudades (...) El modelo de Pontevedra hace tres meses podía sonarnos a utopía. Creo que hoy es una necesidad».
Desde que se inició el confinamiento, a mediados de marzo, y especialmente desde el arranque de la desescalada, cuando los ciudadanos empezamos a salir de nuestras casas para pasear, acompañar a los menores o hacer deporte, se puso en valor el modelo implantado en Pontevedra desde hace dos décadas. Las calles de plataforma única, la peatonalización de grandes espacios urbanos, la limitación de la velocidad del tráfico a motor en el caso urbano... son medidas que se están tratando de imitar a marchas forzadas estos días.
En Galicia ciudades y villas han adoptado medidas para dar más espacio a los vecinos. Vigo peatonaliza temporalmente 70 calles; A Coruña también busca «aliviar aglomeraciones» ampliando el espacio peatonal; Santiago ha eliminado durante estos días el tráfico en las calles más comerciales de su ensanche; Ferrol también suprimió el tráfico en calles del centro; Vilagarcía, Lalín, Silleda, A Estrada, Celanova o A Rúa de Valdeorras también se han subido al carro de reconquistar espacio público para los peatones.
Mención aparte merecen Lugo, donde se propuso (con escaso éxito) que los peatones circulen por la derecha para evitar roces; y Ourense cuyo alcalde ha prohibido las bicicletas por los paseos fluviales para que no entorpezcan el tránsito peatonal.
Fuera de Galicia, la pandemia ha llevado a impulsar peatonalizaciones temporales en ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia, Valladolid o Cádiz. También en Nueva York, Washington, París, Niza o Milán.
¿Y Pontevedra? En la ciudad del Lérez no se han adoptado medidas porque ya están ejecutadas desde que se empezó a implantar el modelo hace veinte años. Ahora más que nunca cobra importancia ese «modelo centrado nas persoas» del que lleva varios años hablando el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG) a lo largo del mundo.
Repercusión mediática
La pandemia y el confinamiento han reavivado el interés por el modelo urbano implantado en Pontevedra. En el Concello se ha venido constatando en las últimas semanas un repunte de peticiones de información sobre el modelo. Medios de comunicación nacionales han solicitado entrevistas con el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG). El último, RTVE, donde intervino en directo este viernes en el programa La Mañana.
A raíz de la a raíz de la crisis del covid-19, estos medios buscan referentes en movilidad sostenible y que ponga a las personas por encima de los coches que funcionen y estén contrastados, como es el caso de Pontevedra.
Esa repercusión del modelo urbano también ha traspasado fronteras incluso durante el confinamiento. El pasado 30 de abril, Lores participó por videoconferencia en un debate organizado por la fundación Climate Reality Project -una entidad creada por el activista, premio Nobel y exvicepresidente norteamericano Al Gore-. Analizar el futuro diseño de las ciudades en relación con el cambio climático y con la pandemia del covid-19 fue el objetivo del debate, en el que compartieron charla con Lores el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, la arquitecta y profesora de la Universidad de Harvard Belinda Tato y la activista climática Susana Bayo.
Y este mismo sábado, el regidor pontevedrés volvió a ser reclamado desde París para difundir las bondades del modelo pontevedrés, como ya hiciera en la Cumbre por el Clima que acogió la capital francesa en el año 2015 -Pontevedra repitió protagonismo en la que se celebró en Madrid a finales del año pasado- o en el Forum Smart City Paris de 2018, ocasión en la que también impartió una máster class en la Sorbona sobre el modelo de movilidad pontevedrés.
La de ayer fue una intervención por videoconferencia en un debate bajo el título «Pensemos en el mañana», con el que los organizadores, la entidad La Meute d?amour, buscan «repensar el mundo antes de que se levanten las restricciones impuestas por el covid-19 para crear un contexto más respetuoso con personas». Entre otros ponentes, Lores volvió a coincidir en esta jornada con Carlos Moreno, profesor de la Universidad de la Sorbona e ideólogo de las propuestas de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, para reconvertir a capital francesa hacia una ciudad centrada en las personas. Moreno es conocedor de primera mano del modelo pontevedrés, ya que ha visitado la ciudad del Lérez en varias ocasiones en los dos últimos años.