Alba garantiza la atención a enfermos mentales en tiempos de pandemia

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

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La reapertura del centro de Pontevedra se prevé escalonada y con menos usuarios

08 may 2020 . Actualizado a las 20:23 h.

Un programa de intervención durante el covid-19 compatible con el estado de alarma. Fue el que elaboró la asociación Alba de familiares y amigos de personas con enfermedad mental de Pontevedra. Consiste en prestar una atención telemática y presencial a 67 usuarios y a sus familias durante el confinamiento. Desde el colectivo explican que en marzo, días antes de decretarse el estado de alarma y en previsión de posibles contagios, se pusieron en contacto con varias familias para que pudieran volver temporalmente a sus casas algunos usuarios de los pisos tutelados. «Eso nos permitió tener habitaciones libres en previsión de algún contagio», señala el psicólogo y director del centro de rehabilitación psicosocial de Alba, Roberto Fernández Cordovés.

El trabajo desde entonces ha sido intenso y se distribuye en tres aspectos: atención en pisos, domiciliaria y a usuarios del centro. En el caso de los pisos, se realizan dos visitas presenciales cada semana y el resto de días se hace seguimiento telefónico. El personal de Alba los acompaña a citas médicas, les lleva cada semana la medicación y les compra y lleva tabaco. A través del teléfono los usuarios hacen la lista de la compra con una educadora. Esta profesional es quien realiza la compra on line y el supermercado se la lleva a los pisos tutelados. Hay un teléfono de guardia permanente al que pueden llamar las 24 horas del día y los siete días de la semana.

En la atención domiciliaria el seguimiento es telefónico en la mayoría de los casos. Las visitas presenciales se reducen a la entrega de medicación diaria o semanal, según el caso, y a la entrega de dinero para la compra de alimentos cada dos días en el caso de varios usuarios. También se hace el acompañamiento a citas médicas si las hay.

Respecto al centro de rehabilitación psicosocial de Montecelo, todavía no hay una fecha para la reapertura. En todo caso, desde Alba apuntan que se prevé que la apertura «sea escalonada, con menor número de usuarios presenciales». El personal se turnará y/o hará trabajo telemático, todo ello en coordinación con el Sergas. A los usuarios del centro se les hace también seguimiento telefónico dos veces por semana, salvo necesidad de mayor seguimiento. Además de la entrega de medicación en sus casas en algunos casos y acompañamiento a citas médicas.

El pasado 30 de abril el Sergas hizo los test a usuarios de pisos y a personal de atención directa. El resultado de todas las pruebas fue negativo en covid-19. Pero, ¿cómo está afectando el confinamiento a las personas con enfermedad mental? Roberto Fernández Cordovés hace hincapié en que, en general, los usuarios han cumplido bien las normas de distancia social y de higiene de manos. «Su estado es bueno en cuanto al aspecto psiquiátrico. Sí ha habido algunas incidencias que se han resuelto satisfactoriamente: algún ingreso en la unidad de agudos de psiquiatría y alguna intervención en crisis», expone. El director del centro de Alba subraya que «no hemos registrado una exacerbación de sintomatología psicótica; las alteraciones conductuales tuvieron más que ver con una cierta ansiedad de confinamiento, pero en todo caso no parece más grave que en la población general».

Desde el primer momento cuentan con un protocolo de atención en caso de contagio por covid-19 y ha existido, dicen, una «coordinación satisfactoria» con el Sergas en lo referente al plan de contingencias y a la entrega de equipos de protección (epi).