Investigan la alta mortandad de peces en el Lérez

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

La Policía Autonómica lo achaca a la incidencia de las lluvias en la desembocadura del río

03 may 2020 . Actualizado a las 18:54 h.

La presencia de gran número de peces muertos sorprendió este sábado a muchos pontevedreses que acudieron a pasear o a correr por el entorno de la Illa das Esculturas de la ciudad. La Policía Local y la Autonómica fueron alertadas por el suceso. Desde la Delegación Territorial de la Xunta indicaron este domingo que se retiraron algunos individuos desde la orilla, pero todavía queda un número significativo en el centro y el fondo. De hecho, desde la Illa das Esculturas hasta casi la isla de Tambo aparecieron peces muertos.

Las primeras investigaciones de la Policía Autonómica apuntan, señaló un portavoz, a que teniendo en cuenta que la mortalidad ha ocurrido en dos riadas, puede deberse «a las recientes lluvias por la incidencia que tienen en la desembocadura del río, al modificar la corriente de agua dulce e incidir específicamente en una especie (Sarpa salpa; nombre común Salpa o Salema) que necesita de las condiciones propias de agua salada». Añadieron que la salpa parece no soportar un nivel tan bajo de salinidad como el que se volvió a producir estos días y a principios de marzo, tras las fuertes lluvias caídas.

Por su parte, la Asociación Pola Defensa da Ría (APDR) pidió que se investigue hasta el final la mortandad de peces y sugirió en un comunicado que la actividad de Ence podría estar detrás. «Entendemos que é difícil achacar esta mortaldade a causas naturais; con efecto, no ecosistema que nos ocupa, a causa máis frecuente de mortaldade natural é a presenza puntual dunha forte carga de auga doce procedente do Lérez, que ao noso xuízo non resulta doada de entender neste caso por dúas razóns», apunta el colectivo. Un motivo es que «dificilmente podería ter afectado a especies que non se achegan de forma natural a estas masas de augas fluviais, e dúas, que resulta cando menos estraño que esta carga puntual de auga doce á ría, que se debe repetir en multitude de invernos de moita chuvia, non teña provocado unha mortaldade semellante en anos anteriores».