Pero a día de hoy, y de ahí su escrito desgarrador dirigido al Gobierno, «seguimos a la espera de respuesta, mis empleados y yo, a la espera de algún euro en la cuenta bancaria. Y las líneas ICO, una inmensidad de millones para ?que nadie se quede atrás?». También lamenta que el banco le niegue ayudas empleando «jerga y justificaciones de otro tiempo, de otra crisis».
Marta García Justo buscó eco en Yolanda Díaz. Una política, afirma, de la que se siente orgullosa: «En las últimas elecciones generales mi voto contribuyó a que nos representen en el Congreso de los Diputados. Ahora es ministra. Un orgullo», le dice.