La ciudad ofrece estos días una imagen inédita de calles y plazas desiertas
11 abr 2020 . Actualizado a las 11:56 h.Si algo distingue a Pontevedra es su vida en la calle. El modelo peatonal que ha situado a la ciudad en el mapa internacional beneficia principalmente a sus vecinos, que han reconquistado espacios públicos hasta hace unos años ocupados por los coches. Las terrazas, la presencia de gente en la calle a todas horas, los niños jugando sin miedo al tráfico... se han convertido en los últimos años en señas de identidad de Pontevedra. Por eso esta cuarentena obligada por el coronavirus es especialmente dolorosa en la ciudad. Sus calles y plazas vacías ansían la vuelta de vecinos y visitantes. Ya queda menos para volver a tomar las calles. Mientras tanto, quedan para la memoria estas imágenes tan históricas como dolorosas por la ausencia del elemento humano.