«Los voluntarios querían seguir ayudando a los pacientes como fuera»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

Cuenta que la asociación no es ajena a las medidas del estado de alarma y han tenido que adaptar el trabajo

29 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Carmen García Hijano (Málaga, 1988) es psicóloga y coordinadora de voluntariado asistencial de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Pontevedra. Esta profesional subraya que en estos momentos de gran necesidad social y psicológica derivada del confinamiento por el coronavirus la asociación sigue estando ahí.

-El voluntariado de la AECC en hospitales y domicilios no se puede realizar como hasta ahora por el estado de alarma. Pero tienen alternativa.

-Debido al estado de alarma evidentemente no podemos ir al hospital o a los domicilios a hacer ese acompañamiento. Ahora mismo lo que estamos haciendo es que hemos activado un protocolo distinto. Seguimos estando ahí, solo que ha cambiado el medio.

-¿Cuál es ese medio?

-El cómo estamos es lo que ha cambiado. Lo hacemos ahora a través de llamadas de teléfono o a través de videollamada. Así se hace esa función de ocio que es tan importante y que hace que el paciente oncológico y su familia salga un poco de la rutina. Además de eso yo le hago un seguimiento de su día a día a través del teléfono.

-¿Qué le trasladan los pacientes oncológicos? ¿Su preocupación es mayor?

-Al diagnóstico de cáncer hay que añadir el hecho de que por el coronavirus se encuentran en una situación excepcional, confinados en casa y con una preocupación por el contagio y otros miedos que van apareciendo. A través del departamento de atención psicológica, que se sigue llevando a cabo de forma individual o de terapia grupal a través del teléfono o vídeo, trabajamos para ayudar a prevenir que ese miedo que puede aparecer en esta situación no se torne excesivo.

-¿Cómo se combate ese miedo?

-Dando pequeñas pautas para llevar a cabo en casa durante este tiempo y prevenir. Dependiendo de lo que realmente esté afectando a su vida, el profesional da pequeñas pautas para controlar la ansiedad a través de la relajación, se hace activación conductual a través de actividades que puedan ir haciendo día a día y que le supongan un aporte positivo. Se hace un diario para que controlen el tiempo de descanso, para regular las horas de sueño y que puedan estar descansados al día siguiente.

-Los tratamientos de quimioterapia siguen en los hospitales. ¿Había temor en los pacientes a que se paralizaran?

-Las personas que tienen que acudir a tratamiento por recomendación médica siguen acudiendo. Al principio había como un estado de incertidumbre, pero los profesionales sanitarios la verdad es que le trasladaron muy bien a los pacientes la información, cómo iba a ser su tratamiento y los protocolos de seguridad. Nosotros también nos hemos ido adaptando según han pasado los días y la asociación entera se ha sumado a las recomendaciones del Ministerio de Sanidad.

-En el caso de los trabajadores sociales se mantiene una mínima actividad presencial.

-La mayor parte de los trabajadores lo hacemos de forma no presencial con el teléfono y el ordenador. Pero el trabajo social en ocasiones, tras hacer una valoración del caso, necesita hacer préstamo de material ortopédico como una cama articulada, una silla de ruedas, un plato de ducha, unas muletas... Y ahí hay que seguir tomando las medidas de higiene y preventivas y se ha contratado una empresa de desinfección para asegurarnos al 100 % de que nuestro colectivo, que son los pacientes de cáncer y son vulnerables, pueda recibir ese material que necesita en las mejores condiciones y con total seguridad.

-¿Cuántos voluntarios tiene la asociación en Pontevedra?

-Atendiendo a pacientes y familiares en torno a 25 personas.

-¿Cómo se adaptaron al nuevo sistema no presencial?

-Desde el primer día que se instauró el teletrabajo todo el equipo mantenemos un contacto. Los voluntarios tenían claro que quería seguir ayudando a los pacientes como fuera, aunque no fuera de forma presencial. Son personas con una gran motivación para ayudar y nos pusimos rápidamente en funcionamiento para ver cómo podíamos hacer ese acompañamiento a través de llamada telefónica con un protocolo que siguen. También estamos empezando en Pontevedra un tipo de acompañamiento a través del chat de la AECC que permite hablar con pacientes y familiares de toda España. Es un chat tipo WhatsApp.

-¿Tenían dudas? Parece más difícil hacer el acompañamiento por esa vía...

-Al principio ante lo desconocido siempre hay dudas, al cambiar el medio de comunicación. Pero la verdad es al poco de comenzar ya estaban totalmente adaptadas. Al fin y al cabo, la conversación va saliendo y ellas ya están acostumbradas a centrarse en el paciente, a saber sacarle una sonrisa y a sacar temas que les ayuden a evadirse de las preocupaciones por un ingreso hospitalario o por una sesión de quimioterapia.