El modelo urbano vuelve a Bruselas, donde inició su despegue internacional

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

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Pontevedra, finalista del premio de Seguridad Vial Urbana de la Comisión Europea

29 feb 2020 . Actualizado a las 11:36 h.

Hace siete años, en febrero del 2013, el modelo urbano de Pontevedra recibió su primer gran espaldarazo internacional con la concesión del premio Intermodes. En un acto celebrado en Bruselas, la citada agencia europea reconocía la innovación que para la movilidad urbana supuso el Metrominuto pontevedrés. Aunque no era el primer premio que recibía el modelo urbano -le precedieron el Cidade de Pedra, el Nacional da Cultura Galega, el Cermi o un primer reconocimiento de la DGT en un congreso en Córdoba- sí fue el primero que recibía el Concello fuera de España, y a partir del Intermodes, el nombre de Pontevedra sonó cada vez con más fuerza en los foros internacionales especializados. A aquel primer premio en Bruselas, siguieron otros en Dubái, en Nueva York, en Hong-Kong, en Corea del Sur...

Ahora, desde la capital de la Unión Europea vuelven a fijar sus ojos en el modelo desarrollado en la ciudad del Lérez: Pontevedra es finalista de la primera edición del premio de Seguridad Vial Urbana, convocado por la Comisión Europea en el marco de la semana europea de movilidad. El próximo 30 de marzo se desvelará en Bruselas el nombre del ganador, título al que aspiran Pontevedra, Ordu (Turquía) y Jaworzno (Polonia).

Las tres ciudades finalistas fueron seleccionadas entre 26 candidaturas presentadas ante la Comisión Europea. Además de Pontevedra, se presentaron al premio otras nueve ciudades españolas.

El jurado del premio europeo se reunió el pasado día 14 y designó a los tres finalistas. De Pontevedra se destaca «la reducción efectiva y sostenida del número de muertes y lesiones en la carretera, su clara estrategia continuada y su enfoque en la movilidad activa, como caminar y andar en bicicleta».

En cuanto a la polaca Jaworzno -localidad de cerca de cien mil habitantes situada en la Alta Silesia-, se destaca su política «para reducir los límites de velocidad, aumentar el número de usuarios de transporte público e involucrar a los residentes locales en el diseño de calles renovadas».

Y de Ordu -200.000 habitantes, situada en la corta turca del Mar Negro-, se valora «la valiente decisión de peatonalizar las partes más concurridas de la ciudad, eliminar el tráfico pesado de automóviles del centro de la ciudad y crear nuevas rutas para bicicletas».

El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), que dio cuenta de la nominación de la ciudad como finalista de este premio, anunció su intención de acudir el día 30 de marzo a Bruselas, al acto en el que se desvelará el nombre de la ciudad ganadora. «Para nós é un orgullo -indicó-. Independentemente de ter o premio final ou non, o mero feito de estar elixido xa é un éxito para Pontevedra».

Lores destacó que esta primera convocatoria de un premio europeo de seguridad vial urbana «enmárcase dentro da preocupación mundial sobre a siniestralidade nas vías urbanas que non descende».

En este sentido, la candidatura que presentó Pontevedra destacaba precisamente la reducción en el número de fallecidos en las vías urbanas, que han ido bajando paulatinamente: entre 1995 y 1999 se registraron 25 muertos en vías urbanas de la ciudad; 11 en el período 2000-2005; 5 entre 2006 y 2011; y cero muertos desde entonces. En cuanto a heridos de gravedad (que requirieran ingreso hospitalario), se pasó de 69 en 1999 a 14 en el 2018.

También se subraya la política de recuperación de espacios públicos para dar preferencia a los peatones, la reducción del tráfico en el centro de la ciudad o el impulso a la accesibilidad universal en el ámbito urbano.