«No tengo queja de nada ni de nadie, solo una gran decepción conmigo»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

Carlos Pouso reconoce que fue él quien dio el primer paso para que el club tomase la decisión. Todavía dolido, solo pide que el equipo vuelva a ganar

21 feb 2020 . Actualizado a las 17:17 h.

Carlos Pouso quiere cerrar el capítulo de su etapa en el banquillo granate y comenzar cuanto antes la de los despachos, desde el departamento de la dirección deportiva contribuirá a escanear el mercado y ver a jugadores de otros grupos.

Este paso a un lado que da el entrenador vasco todavía lo está digiriendo. Reconoce que no es el momento de estar en un primer plano. Ni tampoco quiere. Asegura que hasta le costará poder ir a Pasarón estas primeras semanas. Por eso, este jueves, después del entrenamiento del equipo, hizo sus primeras y últimas declaraciones sobre lo sucedido en las últimas 48 horas. «No tengo queja de nada ni de nadie. Lo único que tengo es una gran decepción conmigo mismo de no haber sido capaz de con tantas cosas buenas a mi alrededor haber sabido optimizar los recursos para que los resultados hubieran sido mejores», explicó Pouso, que asegura que fue él quien dio el primer paso para su salida. «Hemos reflexionado todos y la solución es que yo dé un paso a un lado. Al final, cuando no se gana estará muy bien la buena relación, el respecto del consejo o la buena comunión, pero lo cierto es que llevamos ocho semanas sin conseguir una victoria y eso es una losa importante», subraya el hasta ahora míster granate.

Las riendas las ha tomado este miércoles Jesús Ramos. Esta solución es la mejor para Pouso, que cree que es la mejor persona para intentar que la plantilla recobre la confianza y demuestre la calidad que tiene. Es más, va más allá y se autocalifican como el «problema» del equipo a tenor de los últimos resultados. «Cuando ves a un equipo tan entregado y creyendo en lo que está desarrollando y no gana, es evidente que tu espíritu de supervivencia va mermando y dices ‘tengo que estar equivocado en algo’ porque con tanto esfuerzo no puede haber tanto poco premio. Creo que yo no era el mejor antídoto», explicó Pouso que cree que igual otro discurso puede hacer cambiar al equipo.

«Jesús está sobradamente preparado y es una decisión de la directiva. Si no hubiese habido fiabilidad en ellos, no habría venido», explicó el entrenador vasco sobre sus sucesores en el cargo. Ahora solo pide ganar y que la estabilidad vuelva al Pontevedra. No se va dando un portazo ni dejando enemigos en el camino. «Todos los males que le deseo yo al Pontevedra ahora es el mismo que antes, entre cero o ninguno. Algunos jugadores me decía que si ahora ganaban 4-0 iban a pensar que me querían hacer la cama, pero yo solo pido que ganen así y si es 0-1 y colgados del palo o apretando los dientes, pago yo el dentista». Y es que desde hoy ya no valen las sensaciones, solo los resultados.

Comenzará a trabajar a caballo entre Bilbao y Pontevedra

 

 

Carlos Pouso empieza ahora una nueva etapa en su carrera profesional. No es la primera vez que trabaja en la dirección deportiva de un club. Lo hizo los dos primeros años en el Logroñés, donde compaginaba esta labor con la de entrenador. Algo que no quiere volver a repetir. «Fueron 700 días sin descansar y a partir de ahí decidí que era una cosa o la otra», comentó. Ahora le ha tocado estar junto a Roberto Feáns, mientras el club quiera. En un principio no prevé que se alargue demasiados meses, pero desconoce qué pasará. «A día de hoy no hay posibilidad de seguir en el Pontevedra. Estoy agradecido a la mano que me da de comer», señala el míster, que todavía muy afectado por la salida del banquillo, afirma que: «Ahora falta saber si después de un castañazo como este, hay alguien que te quiera».

El club le ha pedido que continúe porque, según él, creen que puede aportar en esa faceta y «a mí no me importan, no tengo ninguna queja ni de Lupe Murillo ni de los consejeros».

El técnico vasco vivirá a caballo entre Bilbao y Pontevedra, ya que sus labores de scouting de jugadores le obligará a viajar con frecuencia para analizar otros grupos. «Roberto Feáns quiere que vea jugadores de otros grupos. Estaré entre Bilbao y Vigo. Para ver al equipo ya lo hacen Roberto y Jesús, tendré que venir de vez en cuando, pero mi labor es moverme más que estar en el día a día», señala Carlos Pouso, que ahora necesitará un tiempo de reflexión para asimilar lo ocurrido y poder empezar a trabajar. «Yo no quiero ni molestar ni estorbar. No quiero que los futbolistas vean la cara del perdedor. Tan importante es aportar como no molestar», reconoce el técnico, que añada que «si hubiese preferido romper con el club, lo hubiese hecho.