Educación destaca la contribución de Amencer-Aspace para una escuela inclusiva

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

La conselleira Carmen Pomar visitó este lunes el centro de educación especial de la asociación en Lourizán

17 feb 2020 . Actualizado a las 15:54 h.

La conselleira de Educación, Carmen Pomar, destacó este lunes el valor de entidades como la Asociación de Atención a la Parálisis Cerebral y Afines (Amencer-Aspace) en la consecución de una escuela inclusiva. La titular del departamento de la Xunta lo hizo durante una visita al centro que este colectivo tiene en Lourizán (Pontevedra). Un espacio centrado en la atención educativa al alumnado con parálisis cerebral y que colabora con las familias a través de un servicio de préstamo de material y productos de apoyo como posicionadores, bipedestadores o sistemas de sedestación, entre otros. Carmen Pomar, que estuvo acompañada por el presidente de Amencer, Carlos Godoy, explicó que la consellería mantiene relaciones de colaboración con esta entidad y otros treinta colectivos especializados en la atención a la diversidad. Desde Educación se subrayó que el personal de Amencer puede colaborar con los centros educativos en cuestiones como el asesoramiento en la atención educativa al alumnado con parálisis cerebral, la orientación sobre metodologías adecuadas a la intervención y la información y formación que requieran los centros. El centro de educación especial de Amencer acoge también un centro de recursos y asesoramiento pedagógico, un servicio educativo especializado que colabora desde hace tiempo con profesionales, familias, alumnos y miembros de la comunidad educativa y centros de la provincia de Pontevedra. Una de las iniciativas que Amencer tiene en funcionamiento es Inclusión á inversa: Entre coles anda o xogo. A través de ella se crean espacios de inclusión con la participación de varios centros en los que se da a conocer al alumnado la realidad de las personas con trastorno neuromotor; o Ponte no meu lugar, en el que se pone a jóvenes a vivir situaciones cotidianas como comer o jugar con unas limitaciones similares a las de las personas con parálisis cerebral.