Ciudadanos expedienta a Goyo Revenga por apoyar el presupuesto del bipartito BNG-PSOE

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

La formación naranja anuncia la suspensión cautelar de militancia de su único concejal en Pontevedra

07 feb 2020 . Actualizado a las 18:58 h.

En la corta vida de Ciudadanos en la corporación municipal de Pontevedra —los cuatro años del anterior mandato y los meses que van del actual—, nunca había dado su apoyo a un presupuesto municipal. Y eso que en el anterior mandato, con un gobierno en solitario y en minoría del BNG, el único voto de la formación naranja podía ser determinante. Su entonces concejala no solo mantuvo siempre un férreo rechazo a los proyectos de presupuesto que presentaban los nacionalistas, sino que incluso llegó a votar en contra en el año en el que se aceptaron la totalidad de las enmiendas que había presentado. Aquel era un voto más ideológico que en clave local.

En el pleno de presupuestos de este año, el actual concejal de Ciudadanos, Goyo Revenga, fue fiel a la declaración de intenciones que hizo al tomar posesión del acta en junio del año pasado: su meta en la corporación es mejorar la vida de los pontevedreses. «Mi objetivo es hacer política con la razón y no con las vísceras», aseguró en la sesión celebrada este viernes.

Por ello, y aun denunciando aspectos que no le gustan de las cuentas del bipartito BNG-PSOE, votó a favor. Porque presentó seis enmiendas y se le aceptaron cuatro, que servirán para dotar de más fondos al mantenimiento de los parques infantiles, para instalar desfibriladores en los edificios públicos, para reformar las instalaciones de la unidad de conductas adictivas y para introducir mejoras en las condiciones de las limpiadoras de los colegios.

El voto de Revenga fue todo un ejercicio de coherencia personal, pero le valió la apertura de un expediente disciplinario por parte de su partido. Apenas cuatro horas después de rematado el pleno, la comisión de régimen disciplinario de Ciudadanos anunció la apertura de un «expediente disciplinario con suspensión cautelar de militancia» a su concejal pontevedrés. «La comisión adopta dicha decisión —se apunta en un comunicado— tras haber incumplido las directrices del partido, hechos que podrían infringir la normativa disciplina interna al votar a favor los presupuestos de Pontevedra».

Un pleno sin sorpresas

En cuanto al pleno, en sí, se saldó sin sorpresas. La enmienda a la totalidad del PP fue criticada por el resto de fuerzas políticas por su escasa argumentación. Todos reprocharon que el PP se limitase a expresar su rechazo sin aportar ninguna propuesta para mejorar los presupuestos. Lo describió gráficamente el propio Revenga: «El doctor Rafa Domínguez diagnostica al enfermo pero no le prescribe ninguna medicina para curarlo».

Domínguez reiteró todos los argumentos de su enmienda a la totalidad, salvo uno: en el pleno no hizo ni una sola alusión a que los presupuestos del bipartito son «machistas» por dotar partidas para cuatro plazas de directores generales, todas ellas ocupadas por hombres, pese a que el pasado lunes parecía ser un tema capital. Sí aludió ayer al líder del PP al retraso con el que se aprueban las cuentas, a la carga fiscal, al supuesto despilfarro de las cuentas, al bajo nivel de ejecución de las inversiones o a que se recorta el gasto social o a que no hay partidas encaminadas a la promoción el empleo, entre otras cuestiones.

Argumentos que fueron desmontados tanto por el concejal de Facenda, Raimundo González Carballo (BNG), como por el teniente de alcalde, Tino Fernández (PSOE).

Una vez más, el pleno demostró que existen dos visiones totalmente antagónicas de Pontevedra y de la política municipal. Porque seguramente ni los presupuestos merecen un premio ni el municipio está tan mal como pinta el PP.

Sí sorprendió que tratándose de números y de un presupuesto, pueda existir tal desfase entre las visiones del gobierno y de la oposición como el que se vivió ayer. Tal vez por eso el PP evitó expresamente en su enmienda referirse a cifras concretas y presentó un documentó con más carga política que práctica.

Tras una hora y media de debate, el presupuesto más alto de la historia de Pontevedra (79,3 millones de euros) quedó aprobado inicialmente.