«Ahora tengo la cabeza aquí, estoy con el Pontevedra a muerte»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Rivera deja atrás su negociación con el Arousa y sus opciones de irse al filial

06 jul 2020 . Actualizado a las 16:05 h.

El delantero granate José Rivera está ahora tranquilo. Ha dejado atrás un mes en el que le costó apartar la cabeza de un mercado de invierno en el que se convirtió en uno de los protagonistas del Pontevedra. «Estoy bien, se pasó todo ya y ahora tengo la cabeza donde la tengo que tener, estoy con ellos a muerte», asegura el jugador de 20 años, que reconoce que se ha visto algo superado por lo sucedido. Estuvo a punto de irse cedido al Arousa, pero en el último momento no estaba de acuerdo con las condiciones que el Pontevedra le puso encima de la mesa.

La maraña se fue complicando cada vez más hasta quedarse en una situación límite. No firmó su salida al Arousa y mientras tomaba la decisión vio como Carlos Pouso lo ponía a un lado en el primer equipo. El propio director deportivo del club, Roberto Feáns, explicó a finales de enero que barajaban la opción de cambiarle la ficha al filial. «Sí, estuve apunto de tener ficha con el equipo B, pero prefiero acabar la temporada aquí y después ya se verá», explicó Rivera.

Una vez cerrado el mercado de invierno, el delantero granate tenía una conversación pendiente con Carlos Pouso para aclarar su situación, pero sobre todo su futuro en el equipo. «Con el entrenador cometí el error de hablar primero con el director deportivo que con él, me dijo que ya estaba todo arreglado, que si me quedaba, contaría conmigo», comenta Rivera, que ahora, echando o la vista atrás cree que igual se precipitó mucho al ver que no tenía minutos y que quería jugar más. «El entrenador me explicó que esto era Segunda B, que hay que ir creciendo poco a poco, pero a mí no se me podía sacar de la cabeza todo el proceso», indica.

Durante la negociación, el Pontevedra recalcó la importancia de que se hubiese formado en el club para matizar muchos de los aspectos de la cesión. No lo necesitaban este año, pero no querían perderlo. El contrato de Rivera con el equipo acaba en junio y hasta entonces intentará hacerse un hueco en un once cada vez más complicado.

La llegada de Rufo convierte a Rivera en el tercer delantero del equipo, por detrás también de Adighibe, que en los últimos partidos apenas ha tenido presencia. La salida de Javi Pazos al Arenteiro le abre más posibilidades en el campo profesional, pero en el personal es un golpe duro. «Era mi apoyo en el vestuario y me da mucha pena, pero a nivel de competencia claro que es mejor ser uno menos», subraya el delantero, que espera su oportunidad después de tener que madurar deportivamente «a las duras, aprendí a las duras».