A Fracha tendrá un tratamiento antierosión para recuperar el paisaje

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

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El futuro parque forestal aprovechará restos de podas para acondicionar el terreno

02 ene 2020 . Actualizado a las 19:46 h.

El futuro parque forestal de A Fracha ya está en marcha. Casi como un regalo anticipado de Navidad, el pasado 23 de diciembre la junta de gobierno local aprobaba al fin el expediente de contratación de las actuaciones que se pretenden llevar a cabo en las más de 400 hectáreas de monte, buena parte de ellas cedidas por las comunidades de Marcón Tomeza y A Canicouva.

Con un presupuesto de 564.000 euros, el proyecto está financiado por la Unión Europea a través de los fondos Edusi, y una vez ejecutado el parque forestal, el Concello de Pontevedra prevé su mantenimiento durante 30 años, que es el período de tiempo de vigencia de la cesión de terrenos por parte de la comunidades de montes.

Entre las actuaciones previstas para poner en marcha el parque forestal, destaca el tratamiento antierosión que se aplicará en buena parte de la superficie forestal, con especial incidencia en aquellas zonas que sufrieron incendios en los últimos años. La idea es impulsar una mejora paisajística integral, para lo que, según explicó la portavoz del gobierno local, Anabel Gulías (BNG), el proyecto contempla el aprovechamiento «de restos triturados das tarefas silvícolas, como podas e desbroces, que irán misturados con sementes de especies autóctonas, como carballos, freixos ou castiñeiros». Este tratamiento permitirá crear un terrenos «acolchado» que permitirá evitar la erosión y facilitará la recuperación ambiental de las zonas tratadas.

El plan que impulsan el Concello y las comunidades de montes para impulsar el parque forestal de A Fracha incluye una amplia actuación de reforestación, ya que se prevé la plantación de más de once mil nuevos árboles, entre los que destacan alrededor de seis mil carballos y una cantidad algo inferior de pinos.

Tres áreas de descanso

Habrá plantaciones en las tres áreas de descanso que se pretende habilitar, una por cada una de las parroquia que entran en el parque, donde se plantarán árboles de sombra. La de Marcón será en Outeiro Navío, que servirá de entrada al parque. Aquí se prevé plantar 200 carballos, 50 castaños y 30 catalpas. El área de descanso de Tomeza será en la Rega Pireira, con plantación de 70 carballos, 20 castaños, ocho catalpas y 30 abedules. Y en A Canicouva, el área de estar será en el Coto das Forcadas, e incluirá 60 nuevos carballos, 20 castaños y tres catalpas.

Además, se prevé reforestar ocho hectáreas en la parroquia de Marcón con la plantación de 3.340 carballos; otras 6,5 hectáreas en Tomeza donde irán 1.950 carballos; y una superficie de 3,5 hectáreas en A Canicouva, con 700 nuevos carballos.

Estas tres áreas, que suman 6.000 nuevos árboles serán zonas «productivas », y de su explotación se harán cargo las respectivas comunidades de montes propietarias de los terrenos.

Asimismo, el proyecto incluye la reforestación de otras 40 hectáreas actualmente invadidas por acacias. Se calcula que puede haber más de cien mil ejemplares. Son en los entornos de regatos que cruzan el monte, y ahí se contempla la plantación de otros cuatro mil ejemplares de diversas especies frondosas. Esta iniciativa forma parte del plan específico de recuperación ambiental de la ribera de los cauces de agua que hay en el futuro parque. En este caso, se contempla la plantación de sauces, fresnos, abedules o castaños.