La moda «low cost» amenaza a los zapateros tradicionales: «Las tapas compiten con el precio del zapato»

ana barcala PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

Complementan su oficio con otros servicios para lograr una rentabilidad mínima

13 dic 2019 . Actualizado a las 21:07 h.

Los fabricantes de calzado parecen ajenos al fin de la era del plástico. En un tiempo en el que el consumidor parece concienciado de los inconvenientes de tirar de este material en elementos tan básicos como las bolsas, los zapatos, incluso los de reputadas marcas, optan por un alto porcentaje en su composición.

La moda «low cost» lleva a los fabricantes a optimizar las materias primas para sacar al mercado productos cada vez más competitivos. A costa de la calidad en la mayoría de los casos. Pero no siempre. Los zapateros artesanales que desarrollan su actividad en la ciudad coinciden en que incluso zapatos de marca que superan los 180 euros de precio de venta utilizan el plástico para las suelas. Imposibles de usar en una ciudad como Pontevedra, diseñada para pasear. Por ello, antes de estrenarse, muchos acaban en manos de un zapatero.

«Tanto el calzado barato como el de marca se manufactura en el mismo sitio. Solo hay que ver la etiqueta para comprobar dónde», explica Freddy Hernández, mientras atiende su establecimiento en Michelena, 42.

Asegura que una buena parte de la población opta por artículos económicos que «no duran ni 30 días y que ya ni reparamos. Y el cliente llega molesto. Somos nosotros quienes tenemos que explicarle que el producto que adquirió no tiene valor alguno».

Con él coincide Omar Ricatti que desempeña el oficio de zapatero en la calle San Román desde hace 12 años. Solo trabaja piel y aún así con muchas dificultades.

Las suelas son de plástico y los tacones de cartón, que se deshacen al contacto con el agua. «La gente no entiende que ocurre. Cuando le dices que poner suelas y tapas nuevas le costará 13,50 euros se enfadan. No valoran ni el trabajo ni la calidad del producto que utiliza el zapatero. Pero el margen es tan bajo que no podemos reducir el precio», explica Omar Ricatti.

En Pontevedra son 9 los zapateros que prestan servicio de reparación. La mayor parte de ellos optaron por la diversificación para garantizar la rentabilidad de sus negocios y combinan la reparación con otro tipo de servicios, como la cerrajería, las copias de llaves, el trabajo del cuero e incluso la venta de otro tipo de artículos no siempre vinculados con el calzado. «Es la única forma de subsistir y aún así, con mucha dificultad».

Freddy Hernández: «Las tapas compiten con el precio del zapato»

 

 

Freddy Hernández está al frente del establecimiento situado en Michelena 42 desde tan solo un año. Nada más llegar a este sector se dio cuenta de que la reparación de calzado en exclusiva tendría poco futuro laboral para él. Y tomó una decisión arriesgada. Contrató a un cerrajero para ofrecer ampliar sus servicios.

En muchos casos, asegura, las tapas compiten con el precio del zapato. ¿Por qué? «Porque para que el cliente se vaya contento utilizamos calidad, además de hidratas y pulir el zapato antes de entregarlo». Aún así está acostumbrado al enfado del cliente «porque las tapas compiten con el precio del calzado».

José Ares: «La gente piensa más en variar que en comprar calidad»

 

 

José Ares es zapatero en Pontevedra desde hace 38 años. Recuerda tiempos en los que el poder adquisitivo de los ciudadanos tal vez no fuese muy alto pero se cuidaba la calidad. Y no faltaba el trabajo. «El volumen ha descendido yo diría que a más de la mitad. Y mucho de lo que me traen es para tirar directamente, no compensa repararlos». Está convencido de que en la actualidad la gente prima la cantidad, tener variedad por encima de la calidad.

A pesar de lo reducido de su local, José Ares también combina la reparación con la venta de plantillas y otros artículos. «Sería imposible subsistir sin eso».