La ausencia de «consenso social» frena de nuevo la variante de Alba

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

La Xunta insta al Concello a «implicarse na búsqueda dunha alternativa»

12 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Pontevedra va a tener que seguir esperando, seguramente bastante tiempo, por una alternativa a la PO-225, el vial autonómico que conecta la carretera de Vilagarcía (PO-531) con la de Santiago (N-550). Fuentes de la Consellería de Infraestruturas confirmaron que «precisamos consenso social» para acometer el anteproyecto que fue sometido hace unos meses a exposición pública, y que ante el rechazo vecinal vuelve al cajón. «A consellería non renuncia en absoluto a facer a obra. Aposta por traballar para encontrar un consenso», insistieron las mismas fuentes.

Dicho trazado, diseñado por los técnicos de la Xunta, proponía un vial de apenas un kilómetro de longitud entre A Cendona (Lérez) y Campañó, mucho más cerca del casco urbano de lo que siempre defendió el Concello. La idea municipal incluso se plasmó hace años en una propuesta de trazado que fue rechazada por el Ministerio de Fomento, que no aceptó desplazar al norte la rotonda de conexión con la N-550.

Catorce años de espera

Cuando la Xunta remitió el proyecto al Concello, este lo aceptó como mal menor dado el retraso de una obra que se demanda desde hace 14 años y la necesidad de la alternativa a la PO-225, un vial estrecho, sin posibilidades de ampliación, con riesgos para el tránsito peatonal y que cruza bajo la vía del tren, un paso en el que reiteradamente se quedan atascados camiones.

Subrayando que el trazado propuesto «non é a opción óptima», el Concello presentó alegaciones encaminadas a suavizar el vial diseñado por la Xunta y adaptarlo mejor al territorio.

Pero la propuesta se encontró desde el principio con un fuerte rechazo vecinal. La conselleira Ethel Vázquez, afirmaba en julio que en la fase de exposición pública se intentaría incorporar al anteproyecto las propuestas y demandas de los vecinos. Pero lo que se encontró fueron más de un millar de firmas en contra.

Así las cosas, la Xunta comenzó a recular hace un par de meses. El pasado 20 de octubre, con motivo de la presentación de los Orzamentos autonómicos, se daba cuenta a través de un comunicado de la consignación de una partida de medio millón de euros para la variante de Alba, si bien se matizaba que su disposición estaría condicionada «a que se dean as circunstancias de consenso necesario para poder licitar as obras no 2020».

Ayer, el portavoz municipal del PP, Rafa Domínguez, ejerció como eventual mensajero autonómico al anticipar casi punto por punto los argumentos que luego dio la consellería.

«Sólidos argumentos»

Insistiendo en que hablaba exclusivamente en representación del Partido Popular de Pontevedra, anunció el rechazo de la formación al trazado propuesto por la Xunta. Domínguez aseguró que el PP local encuentra «sólidos» los argumentos de la plataforma vecinal que se opone al proyecto y afirmó que llegó a esa conclusión «tras decenas de reuniones» con afectados y técnicos. «No vemos el beneficio de este proyecto y sí el perjuicio», señaló el portavoz del PP, que recordó que en su día el propio gobierno local también había cuestionado el trazado propuesto por la Xunta.

La coincidencia entre Domínguez y la Consellería de Infraestruturas encontró su máxima expresión al demandar ambas partes que sea el gobierno local quien aporte una solución. «Tiene que ser el Concello el que diga por donde debe ir la variante para que sea lo más efectiva posible, y afecte lo menos posible», afirmó el portavoz del PP local. «A Xunta impulsa a variante de Alba en atención a unha demanda do Concello de Pontevedra. Confiamos en que o Concello se implique e propoña unha alternativa que permita acadar ese consenso social necesario», se indicó desde la consellería.

César Mosquera: «Parece pouco serio. O noso temor é que non se faga nada»

Después de la comparecencia de Rafa Domínguez y antes de que las fuentes de la consellería confirmaran el frenazo al proyecto a la espera de que haya «consenso social», en el gobierno local ya había cierto pesimismo sobre el futuro de la variante de Alba. El concejal de Infraestruturas, César Mosquera (BNG), lamentó que todo parezca indicar que la demandada alternativa a la PO-225 volverá a retrasarse y cuestionó que tanto el PP como la Xunta pretendan responsabilizar al Concello al exigirle que proponga una alternativa.

«Parte dunha premisa falsa -apuntó, refiriéndose a Rafa Domínguez, aunque visto lo visto también puede aplicarse a la posterior respuesta de la consellería-, que é que ten que ser o Concello quen ofreza unha alternativa: a PO-225 é un vial autonómico que presenta graves problemas, polo que quen ten que buscar a solución é a Xunta».

Además, Mosquera recordó que el Concello ya propuso trazados en su día y que fueron rechazados, bien por la propia Administración autonómica o bien por Fomento, por lo que «parece pouco serio que agora salgan con isto. O noso temor é que non se faga nada».

El concejal recordó que al Concello tampoco le gusta la propuesta que cruza Campañó y Lérez, debido a su excesiva dureza. De ahí las alegaciones municipales, encaminadas a suavizar sus características: «O ideal sería un vial similar á ronda leste ou á conexión entre Lérez e Monte Porreiro. Iso non divide, como si fai un vial con características case de autovía, que era o que plantexaba a Xunta».