Dos trenes

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

PONTEVEDRA CIUDAD

06 dic 2019 . Actualizado a las 09:48 h.

Esta Navidad en Vigo hay dos trenes: el chuchú y el de la Renfe. El primero es un convoy casi de juguete, lento, incómodo pero divertido. El segundo es todo lo anterior, pero no tiene ninguna gracia. Lo están comprobando estos días los viajeros que llegan desde A Coruña, Vilagarcía, Pontevedra y Compostela.

Gracias a las luces, miles de gallegos están descubriendo la birria de servicio ferroviario que nos ofrecen en la mayor ciudad del país. Los horarios son inverosímiles, porque han sido diseñados pensando en la otra cabecera. Además, hay mínimas frecuencias, ante una demanda descomunal. Es habitual que los trenes vayan llenos y no haya plazas. Así lo padecen quienes regresan a Pontevedra los fines de semana. Los únicos asientos disponibles están en el Alvia de las 22.42 horas, con un precio por trayecto de 12,30 euros, el triple de lo cuesta un billete ordinario de 3,80.

Mención aparte merece el tren a Madrid o Barcelona, que no sólo es tan lento como el que fue inaugurado en 1881. Para colmo, apenas se han reforzado los servicios y ya están agotados todos los billetes para todos los días previos a la Nochebuena. No hay plazas desde un mes antes de la fecha. Y no hablemos de que, además, han dejado a la mayor ciudad de Galicia sin un servicio de alta velocidad.

En comodidades, ya ni hablemos. Se siguen usando trenes de los años 80 del siglo pasado, unas carracas apodadas ‘tamatgochis’. Y en los buenos, no hay ni wifi, cuando hoy tienes conexión a internet hasta en el ascensor o en un autobús urbano de Vitrasa. Así que esta Navidad hay en Vigo dos trenes. Y el mejor es el ‘chuchú’.