El gobierno local emplaza a vecinos y colectivos a formular propuestas de cara al nuevo contrato de limpieza. Ya se pueden hacer aportaciones en la web municipal
29 nov 2019 . Actualizado a las 13:33 h.Dentro de unos dieciséis meses, el 3 de junio del 2021, remata el actual contrato de limpieza viaria y recogida de basura. El Concello de Pontevedra lleva ya un tiempo trabajando en la preparación del nuevo concurso -hace un tiempo se contrató a una consultora, Lagares y Oca, para analizar las necesidades del servicio y diseñar la futura concesión- y ahora se pretende dar voz a los vecinos en el proceso. Va a ser algo así como una «tormenta de ideas» a nivel municipal sobre el futuro contrato, para el que, tal y como aseguró ayer el concejal responsable del mismo, Raimundo González Carballo (BNG), «non hai nada pechado».
La consulta ciudadana se articula a través de la web municipal, donde ya hay un espacio específico para que los vecinos puedan expresar su opinión sobre qué necesita Pontevedra en materia de limpieza viaria y recogida de basura. «Queremos coñecer a opinión dos veciños porque estamos en disposición de que teñamos un contrato do século XXI coa axuda dos pontevedreses», indicó el concejal.
Además, también se quiere escuchar a diversos colectivos sociales. La semana próxima, hay previstas sendas reuniones con las federaciones vecinales y entidades de representación empresarial; y a continuación será el turno de comunidades de montes, grupos ecologistas, asociaciones vecinales de barrios y parroquias...
Este período de consultas se extenderá aproximadamente hasta finales de febrero. A partir de ahí se pondrán en común las sugerencias, ideas o propuestas, y se quiere que entre junio y septiembre se puedan aprobar los pliegos que regirán el concurso, que será convocado, si todo marcha bien, en el tercer trimestre del año próximo, con el objetivo «de que o 3 de xuño do 2021 entre a traballar a nova concesionaria».
Diez millones de euros anuales
No hay que olvidar que el sistema de recogida de basuras y limpieza viaria y de dependencias, unido a la gestión de los residuos, acarrea un coste anual para las arcas municipales que ronda los diez millones de euros. Ahí se incluye el coste del servicio, el canon que se abona a Sogama por la gestión de los residuos, los gastos en limpieza de dependencias e instalaciones deportivas o los costes derivados del sistema de compostaje, adquisición de composteros, «mestres composteiros»... Porque, eso sí, González Carballo habla de que «non hai nada pechado», hay matices. Como que la apuesta por el compostaje es «irrenunciable», ya que el objetivo último es cumplir las normativas europeas en materia de residuos.
«Se o recibo vai subir ou non nin sequera está sobre a mesa neste momento»
Obviamente cuando se habla de mejorar servicios públicos hay un tema que sobrevuela y no es menor: el coste para el ciudadano. Y aunque uno de los objetivos últimos del sistema de compostaje es que pueda acabar abaratando el recibo -porque se supone que se reducirá las toneladas a recoger y a tratar-, González Carballo no pudo concretar ayer si el coste del servicio para los ciudadanos será un factor a tener en cuenta a la hora de resolver el concurso. «O recibo é algo que de momento non está nin sequera sobre a mesa», apuntó el concejal .
Algo más explícito fue recientemente el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, cuando, reconociendo que es previsible que el futuro servicio sea más costoso que el actual, insistía en que no entra en los planes del gobierno local incrementar el recibo que pagan los ciudadanos. «A nosa intención é rebaixar o recibo ou cando menos que non se incremente», señalaba. Lores apuntaba a que se buscará un sistema similar al del contrato del agua: que pague más quien más utilice el servicio. En el caso del agua, se cobrará por consumo. En el de la basura, tendrán que pagar más los «grandes productores» de residuos.