La Policía Local constata un «alto grao de cumprimento» de la limitación de la velocidad, aunque habrá una campaña específica de controles la próxima semana
09 abr 2024 . Actualizado a las 18:00 h.Hace apenas un mes, Pontevedra se convirtió en la primera ciudad española en implantar la zona 10 -velocidad máxima a 10 kilómetros por hora- , parte del centro urbano. Concretamente, en las calles de plataforma única, en las que hay preferencia peatonal. La medida inspiró en las semanas sucesivas a otras ciudades, como Vitoria o Vigo, que ya la han incorporado a sus agendas con la idea de aplicarla en el futuro.
Ahora llega la hora de hacer un primer balance, y la concejala de Protección Cidadá, Eva Vilaverde (BNG), lo tiene claro: los pontevedreses han asumido la nueva limitación. «Detectamos un grao de cumprimento moi alto -señaló ayer-. A medida foi moi ben acollida tanto polas persoas que camiñan como polos condutores». Tanto es así que en este mes no se ha impuesto ni una sola sanción por exceso de velocidad en las zonas con limitación a 10 por hora.
De hecho, la concejala subrayó que «non estamos percibindo ningún tipo de diferenza entre a limitación que existía antes a 20 quilómetros por hora e agora, a 10». Esto va en consonancia con lo que ya se advertía cuando se anunció la nueva limitación: que es el elevado volumen de tránsito peatonal en las calles de plataforma única el que impide que los vehículos a motor circulen a más velocidad.
En cualquier caso, Vilaverde admitió que «sempre hai excepcións» y que son precisamente estas las que pueden llegar a generar «certa percepción de perigosidade» entre los viandantes. De cara a contrarrestarlo, la Policía Local de Pontevedra llevará a cabo una campaña específica de control de velocidad en las calles que forman parte de la zona 10.
Será a partir de este viernes y hasta el 5 de diciembre, y se emplearán radares móviles para controlar la velocidad de los vehículos que circulen por las zonas e preferencia peatonal.
Hay que recordar que la media implementada por el Concello de Pontevedra afecta a turismos, camiones y furgonetas de reparto, pero también a ciclomotores, bicicletas e incluso patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad personal.
Los datos desmontan mitos sobre los repartidores en ciclomotor
Paralelamente a la implantación de la zona 10 en el centro urbano, la Policía Local está llevando a cabo campañas de información entre colectivos directamente afectados. Estas comenzaron por las empresas que utilizan sistemas de reparto en ciclomotor. «Existía entre a veciñanza -indicó Eva Vilaverde-, certa sensación de inseguridade sobre a velocidade a que circulan algúns repartidores en moto por zonas de preferencia peonil». Por eso agentes de movilidad han llevado a cabo reuniones tanto con las empresas que ofrecen estos servicios como con los propios repartidores. «A receptividade a estas charlas está sendo moi boa e os repartidores, en xeral demostran moita sensatez e están sensibilizados coa normativa existente no centro da cidade», valoró ayer la responsable de Protección Cidadá.
En este sentido, la concejala quiso dejar claro que esa percepción de inseguridad con respecto a este colectivo que puede haber en la calle no se corresponde con la realidad: de 20 accidentes con ciclomotores en el casco urbano en el 2017, en ninguno se vieron implicados repartidores a domicilio.