La empresa instaló por equivocación en A Ferrería el árbol que irá en Curros Enríquez, y aunque el fallo será subsanado, ya han surgido críticas al Concello
20 nov 2019 . Actualizado a las 13:05 h.Los ánimos en torno a la iluminación navideña están a flor de piel. El resplandor de Vigo, lel fiasco de las luces de hace dos años en Pontevedra... hacen que haya gente muy sensibilizada.
Tanto es así, que un simple error ya da pie a que las redes sociales se lancen en tromba contra el Concello y un supuesto espíritu «antinavideño» del alcalde y su grupo de gobierno. El mismo por cierto, que gobernaba hace un año, cuado esas mismas redes sociales se llenaron de alabanzas ante la decoración navideña pontevedresa.
El error fue de la empresa adjudicataria, que es de Puente Genil, que se confundió al instalar el primero de los árboles de luces que iluminarán la Navidad en Pontevedra: colocaron en A Ferrería el árbol cuyo destino es la plaza de Curros Enríquez. Y, claro, el elemento luce más bien escuchimizado en A Ferrería. La diferencia es notable: el que irá en A Ferrería tiene veinte metros de altura, y el de Curros Enríquez (que es el que instaló por error), diez.
Desde el Concello se advirtió el error cuando el árbol ya estaba montado, y se avisó rápidamente a la empresa para que lo subsane. Así se hará hoy mismo, pero de momento, las redes sociales ya están encendidas.
La iluminación navideña de este año en Pontevedra llegará a más calles que en año anteriores. por contrato, la empresa adjudicataria tiene la oblIgación de instalar ocho rótulos luminosos en los accesos a la ciudad, 158 arcos transversales que se decorarán una treintena de calles, 96 motivos ornamentales en farolas de otra docena de calles, un camelio iluminado con 60 metros de guirnalda en la plaza de Ourense, un árbol de 20 metros de altura en la plaza de A Ferrería con acceso al interior, otro de diez en Curros Enríquez y dos bolas artificiales de cuatro metros de altura, también con interior accesible. Además, se decorará la fachada del parque de bomberos y el Pazo da Cultura.