Veteranía y experiencia para un mes de filiales

PONTEVEDRA CIUDAD

ADRIÁN BAÚLDE

El Pontevedra recibirá a los cachorros de cuatro grandes equipos en sendas jornadas

03 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La victoria en Oviedo fue en palabras de Luismi «una explosión de alegría» que deberá persistir para afrontar una de las partes del calendario más complejas del curso. La suerte ha sido caprichosa con el Pontevedra que lo obliga a medirse a cinco filiales en cinco partidos seguidos. Atrás queda ya el Oviedo B, pero ahora empezará la ronda más exigente al recibir al Atlético de Madrid B, visitar el campo del Castilla y cerrar el ciclo con el Getafe B en casa y con el Celta B en Barreiros.

Un derbi pondrá el colofón a un mes marcado por la juventud de unos equipos a los que el conjunto granate siempre teme. «Si tienen el día, te la pueden liar», comenta Luismi tras el entrenamiento de este miércoles en Pasarón. Serán cuatro partidos en los que el Pontevedra tendrá que abusar, en el buen sentido de la palabra, de su veteranía. La falta de la presión por alcanzar un objetivo en la liga no resta competitividad al filial, pero sí que le hace jugar más cómodo. «Su objetivo, siempre compitiendo, es intentar sacar jugadores para el primer equipo. Aúnan calidad y talento, que si lo acompañan de trabajo es peligroso», confiesa Luismi. Sin embargo, sabe que cuando están en un aprieto pueden pagar la «novatada».

La experiencia y la veteranía son las armas que apuntalarán los granates en los próximos encuentros. La primera prueba de fuego será el domingo a las 17 horas contra el Atlético de Madrid B. Las renovaciones en estos equipos hacen que cada año apenas guarde relación con el anterior. «Eso demuestra la dificultad de estas plantillas, son cada vez más competitivos, han cambiado la tendencia y ahora aprietan sin balón», destaca Luismi, que si echa la vista atrás comprueba que no han ido tan mal los resultados con los filiales. Ganaron al Sporting B en Pasarón y al Oviedo B en El Requesón. Y lo hicieron con nueve. La consecuencia de las expulsiones de Nacho López y Berrocal seguirán este fin de semana. Ninguno de ellos podrá jugar en Pasarón y Luismi ahonda más en los problemas con los laterales. «No conseguimos estabilizarlos, es normal que vengan sanciones y lesiones», reconoce el míster, que espera recuperar Álvaro Bustos para el domingo. Esta semana está entrenando al margen del equipo por un fuerte golpe en el pie. «Está trabajando aparte con el fisio, parece una lesión sin importancia y esperamos que este jueves pueda volver al grupo», señala Luismi.

La victoria en Oviedo apaciguó unos días previos algo convulsos sobre la situación del equipo y abrió las puertas de la confianza para la próxima jornada. «Nosotros decíamos que en el vestuario no nos importaba esa presión, prueba de ello es que si no estuviésemos bien, hubiese sido imposible ganar en Oviedo», concluye el míster.