Nueva agresión a funcionarios en la cárcel de A Lama

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Al parecer, un preso  amenazó de muerte al personal , se atrincheró en su celda con trozos de espejo como arma, golpeó a un trabajador y  acabó tratando de asfixiar a otro

28 sep 2019 . Actualizado a las 11:50 h.

Los sindicatos de la cárcel de A Lama denuncian un nuevo caso de agresión a un funcionario. En esta ocasión el incidente se registró en la tarde del viernes, cuando un interno clasificado en primer grado (el más restrictivo), habría amenazado de muerte a los funcionarios de servicio. Según el relato de los trabajores, el preso se atrincheró en su celda con los trozos de un espejo como arma, y «al proceder a abrir la celda para reducirlo, salió de la misma golpeando fuertemente a uno de los funcionarios en el costado. De inmediato, se abalanzó sobre otro de los trabajadores, lo agarró por el cuello y lo mantuvo en el suelo durante unos interminables minutos tratando de provocar su asfixia».

Finalmente, el trabajador penitenciario fue liberado gracias a la actuación de los demás funcionarios. El agredido «presenta contusiones y erosiones en el cuello». El otro trabajador, que fue golpeado en el costado en primer lugar, tuvo que ser trasladado al servicio de urgencias de un centro hospitalario donde se le diagnosticó una fisura de costilla.

Según subrayan los sindicatos, «mientras se producía el incidente, el interno agresor era jaleado por otros presos igualmente peligrosos del mismo departamento, que gritaban amenazas y golpeaban las puertas de las celdas».

Los representantes sindicales insisten en que estos hechos han provocado «gran alarma entre la mermada plantilla de trabajadores del penal pontevedrés». Todos los servicios acusan la falta de personal, insisten, «pero es en los módulos de régimen especial, donde esta carencia se vuelve más dramática. El módulo de Aislamiento se encuentra actualmente masificado».

Según la queja del personal, allí donde es preceptivo que trabajen cinco funcionarios,  es habitual que sea gestionado por cuatro efectivos. «En estas condiciones han de enfrentarse a algunos de los presos más peligrosos de España», concluyen los representantes sindicales.