Las enfermeras eventuales cuestionan el contrato de continuidad que ofrece el Sergas

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

ADRIÁN BAÚLDE

El colectivo sostiene que es «un parche» que las perpetúa en la precariedad

15 ago 2019 . Actualizado a las 13:32 h.

El colectivo Enfermeiras Eventuais en Loita ha cuestionado este jueves los datos ofrecidos por el Sergas respecto a su apuesta por la enfermería. Afirma que no es cierto que un 88 % del personal de enfermería sea estable, y considera más fiables los datos presentados hace unas semanas por el Consello de Contas, que cifró la temporalidad en un 40 % en atención especializada y en un 28 % en primaria en su informe de fiscalización de la Conta Xeral del Sergas.

Al margen de la polémica por los datos, las enfermeras subrayan que aunque entre los años 2013 y 2019 se ofertaron 1.519 plazas de enfermería, la Xunta no alude a que entre el 2006 y el 2015 no hubo convocatoria alguna de ope. En el 2015 fueron 205 plazas y en el 2016, 830, «un número más que insuficiente para solventar las necesidades reales del colectivo», dicen.

El nuevo contrato de continuidad que ofrece el Sergas es, para el colectivo,«un simple espejismo». Recuerdan que fue ofertado previamente a los médicos de familia y de pediatría «con nulo éxito». Critican que la Administración sanitaria recurra a «formas alegales» para cubrir ausencias del pesonal fijo. Cita, en concreto, que no se cubren muchas de las incapacidades temporales de los trabajadores fijos, que se refuerza el personal de las plantas con contratos de acúmulos de tareas, también usados para cubrir huecos estructurales, impidiendo y alargando su conversión a vacante.

Por todo ello, entienden que el contrato de continuidad es un parche. «Creemos que no es compatible reclamar estabilidad y aceptar por nuestra parte un contrato que nos perpetúa en la precariedad», remachan. El colectivo subraya que el camino tiene que pasar por generar todas las plazas que se perdieron durante la crisis y no se cubrieron debido a la tasa de reposición; aumentar el número de enfermeras contratadas, ya que por cada mil gallegos hay 5,37 enfermeras, «la tercera peor tasa de España, a la cola de la Península y de Europa»; y conocer los datos reales de la situación de los profesionales. La conclusión para este colectivo es clara: «Nos vuelven a ofrecer migajas, pero la enfermería ya está cansada de esperas. Ahora es tiempo de apostar por ella sin tubeos. El tiempo de estar callados ya finalizó».