Amigos de Pontevedra premia la trayectoria del subcampeón del mundo de Triatlón Pablo Dapena
10 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Pablo Dapena es uno de los deportistas más destacados del país. El triatleta, que llegó a este deporte de forma tardía, ha construido en nueve años una envidiable carrera en la que destacan su medalla de oro individual en el campeonato mundial de triatlón de Fionia (Dinamarca), en 2018, o, más recientemente, su plata en el mundial celebrado este año en Pontevedra, un día que el propio Dapena define como «uno de los mejores de mi vida».
-Un nuevo premio se suma a su palmarés, ¿cómo se siente con la distinción de Amigos de Pontevedra?
-Muy contento. Al final es un reconocimiento de gente de la ciudad y que te reconozcan en el lugar en el que naciste y vives es algo muy positivo y a tener en cuenta.
-Usted se adentró en el mundo del triatlón bastante tarde, aunque desde niño lleva practicando la natación. ¿Por qué decidió dar este cambio?
-Dejé de nadar un año en el que me quedé bastante frustrado porque quise hacer una marca para un campeonato y no la logré. A raíz de esto me tomé un año sabático y me fui de Erasmus a Hungría. Fue entonces cuando decidí qué quería hacer, si quería volver a nadar. Dos amigos me liaron para hacer triatlón, empecé a entrenar en junio del 2010 y aquí estamos.
-¿Siempre ha compaginado el deporte con los estudios?
-Sí, siempre lo tuve claro: primero los estudios y, luego, hacer las otras cosas, ya fuese a nivel profesional o no.
-¿Cree que alguien que se dedica a deportes no tan populares como el fútbol tiene que tener un respaldo en los estudios de cara al futuro?
-Yo aconsejo a la gente que primero, antes de dedicarse al deporte a cualquier nivel, compaginen los estudios. Al final, independientemente de si te sale bien una carrera profesional deportiva o no, por lo menos tienes un respaldo detrás, algo con lo que poder ganarte la vida más adelante. Creo que es el camino que hay que seguir.
-Aparte de dedicarse al triatlón, también entrena a aficionados. ¿Cómo se siente fuera de la pista?
-Me gusta estar desde los dos lados. Cuando esto se acabe, me gustaría estar al cien por cien del otro lado, como entrenador. Creo que mi futuro va ligado a eso.
-Este año se convirtió en subcampeón del mundo aquí, en Pontevedra. ¿Cómo fue este momento?
-Fue un día espectacular. Nuestras carreras suelen empezar muy temprano, sobre las ocho de la mañana, y ese día, cuando estaban diciendo los dorsales en el Puente de los Tirantes, el puente estaba hasta arriba: no entraba nadie más. El ambiente por el centro de la ciudad era increíble: nunca había vivido algo como eso. Creo que ese día Pontevedra le dio un buen respaldo a la Federación Internacional conforme a que se tienen que realizar más eventos aquí.
-Y de cara al final de temporada, ¿cuáles son sus objetivos?
-El 7 de septiembre es el Campeonato del Mundo de Media Distancia, en Niza, y es lo primordial. Lo bonito sería estar en un top 10 o top 8, pero es una prueba con mucho nivel, así que a ver qué sale. Luego, el 22 de septiembre, haré una prueba en Madrid que es distancia Ironman, pero no voy a tener ninguna preparación específica: voy a plantarme ahí y lo que sea.