El Luis Otero se queda en Pasarón tras un duelo de calentamiento

C. Pereiro PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

adrián baúlde

26 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Primer choque del verano, con más aroma a experimento y calentamiento que a partido de fútbol real. Nada fuera de lo normal. Pontevedra y Racing de Ferrol aprovecharon las últimas luces del día para dar rienda suelta a las ideas de sus respectivos entrenadores, que deberán buscar a lo largo de las siguientes semanas la grasa y el aceite adecuados para poner la maquinaria a punto.

El duelo fue sencillo para ambas escuadras. Sin desmadres ni locuras. Aquí todo el mundo se fue a lo seguro ante la absoluta necedad que sería forzar más de lo debido en un amistoso de esta clase. El trofeo Luis Otero requería un dueño, pero el objetivo pasaba más por probar y tocar que por luchar a muerte.

Más activo el Pontevedra, los de Luismi se acomodaron en su campo, tratando de asolar la portería rival con un juego similar al de la temporada pasada, tocando el esférico y evitando, a poder ser, los balones largos. Incluso el esquema de juego era ya conocido para la afición granate.

Probaba suerte el Pontevedra y avisaba de sus intenciones. Con menos acierto el Racing de Ferrol buscaba el ataque, aunque se veía obligado a practicar más la defensa que el ataque directo. Cuando llegaba al área local, Edu y la zaga cumplían su papel e inutilizaban el ataque. En ese sentido, Álex López fue el que más se dejó ver a nivel individual, provocando cierto temor en los jugadores del Pontevedra cuando tocaba bola.

Con todo, Álvaro Bustos cumplía el mismo papel de espejo. El asturiano ha llegado con chispa de las vacaciones. Fue, a todas luces, el mejor jugador de la primera parte de los dos equipos y dejó varios destellos de calidad sobre el césped. Habilidoso y muy rápido, sus internadas siempre acababan en un aplauso unánime desde la grada. Casi logra el gol en el 23, tras llevarse a Villarejo y sacar un centro envenenado.

Y cuando el sol se hacía de rogar, Naveira, a pase de Álex Fernández lograba colocar un balón en el área al que no llegaba Álex González, pero que en el segundo palo sí lo hizo Javi Pazos. El delantero solo tuvo que remachar el balón para que este acabar en la red. No demasiado elegante, pero sí efectivo. Era el minuto 31 y el partido se le ponía muy de cara. Poco más que añadir a una primera parte que además de algún susto en forma de entrada a destiempo -sin mala intención-, pero que no tuvo mayor relevancia.

Joselu trató de responder en un par de ocasiones, pero la defensa granate hizo lo propio y el luminoso anunció la llegada del descanso.

Varios cambios, mismo juego

Habitual en este tipo de enfrentamientos, los altavoces de Pasarón anunciaron numerosos cambios en cada escuadra, durante el descanso. La mayoría de los jugadores que disputaron la primera parte se sentarían ahora en el banquillo.

Pese a las nuevas llegadas al césped, no cambio demasiado la dinámica del equipo que se mantuvo a favor del Pontevedra, más activo y atacante. No obstante, se revolvieron los ferrolanos y consiguieron avanzar en el 53 hasta provocar su ocasión más clara hasta el momento, un balón bien centrado que no encontraba rematador por unos centímetros.

Poco a poco, igual que se escondía el sol, el partido fue también perdiendo intensidad. Al Pontevedra no le salían demasiadas cosas y el marcador permanecía inalterable. Sí hubo alguna intentona interesante, como una buena jugada individual en el 63 de Álex González, pero se quedaba en nada. Aún así, locales y visitantes se veían en forma pese al parón vacacional, y todos los futbolistas corrieron bien detrás del esférico, tratando de agradar a unas gradas que lucían bastante bien pese a tratarse de un amistoso en pleno julio.

Sin Bustos, ni Joselu, ni Álex López se perdió esa chispa que prendió fuego a la primera parte. Faltaba un poco de velocidad y no simulaba que ninguno de los dos equipos quisiera subir. En el 68 una buena combinación de los ferrolanos se materializó en una pared que casi se convierte en uno para uno, pero la finalización pecó de ser poco ambiciosa al forzar el pase.

El Pontevedra lo intentó por arriba en la recta final, con un buen centro de Pablo López que Expósito lograba rematar de cabeza, aunque el esférico salía desviado. Mejor puntería tuvo Pau Bosch, aunque no la suficiente, que en un lanzamiento de córner estrelló el balón en la madera.

Más despierto en los últimos minutos los visitantes, se desesperaron un poco los granates ante la idea de que cayese un gol sin tiempo para responder. Por suerte para los granates, no llegó.

?Edu, Santi, Naveira, Churre, Campillo, Sana, Álex González, Álex Fernández, Javi Pazos, Romay y Álvaro Bustos. También jugaron, Berrocal, Brian, Garrido, Antón, Guisande, Rivera, Expósito, Mouriño, Nacho y López.

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Chema, Seoane, Villarejo, Fornos, Bruno, Rodellar, Armental, Fer Beltrán, Joselu, Álex López y Abalo. También jugaron Pau Bosch, Rivas, Garrido, Borja Hernández, Tabarés, Pita, Luis Rodríguez, Marcos Álvarez, Juan Antonio y Javi Sanmartín.

Goles: 1-0, min 31: Álvaro Bustos.

Árbitros: Gómez Lameiro, Alberto; Vázquez Martínez, Cristián; y Quintáns Domínguez, Alberto.

Incidencias: Partido disputado en el estadio municipal de Pasarón ante 700 espectadores.