Infraestruturas impulsa un vial de nueva construcción de un kilómetro de longitud y que licitará a principios del próximo año
25 jun 2019 . Actualizado a las 12:58 h.La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, explicó este martes en Pontevedra las líneas generales de la futura variante de Alba, un proyecto que se encuentra en exposición pública a la par que su evaluación ambiental. Vázquez indicó que se escogió la alternativa más próxima a Pontevedra de las diez que se propusieron en el estudio técnico de posibilidades, contando con el visto bueno de Fomento. La decisión permitirá retirar buena parte del tráfico que hoy utiliza la PO-225, que se acerca a los 13.000 vehículos al día y que sirve como principal enlace entre las carreteras N-550 y PO-531. Además, se evitará afectar al Camino Portugués y no se prevé la afección en ninguna vivienda.
La obra consistirá en dos fases, de las que está previsto que se licite la primera para principios del próximo año. El proyecto comprende la totalidad de las afecciones, y prevé, en esta primera fase, la ejecución de dos carriles, uno en cada sentido, con la reserva de un futuro desdoblamiento al hacerse ahora también las expropiaciones y movimientos de tierra necesarios. El nuevo vial tendrá 992 metros de longitud, con una velocidad limitada a cien kilómetros por hora y al que se accederá desde una rotonda en cada uno de sus extremos. También se contempla la ejecución de un viaducto de 265 metros de largo, un paso que evita afecta la AP-9, el Camino Portugués y el río Gándara. El trazado discurre casi todo el tiempo en línea recta. El plazo de ejecución de esta primera fase es de 18 meses y paralela a la calzada se construirá una senda peatonal de la red de sendas de Galicia. La variante supondrá una inversión global de 14 millones de euros,de los que 8,2 millones se emplearán en la primera fase.