Dos décadas de peatonalización dejan un ritmo de una nueva licencia de terraza al mes

Serxio Barral Álvarez
serxio barral DATA / AGENCIA

PONTEVEDRA CIUDAD

Capotillo

Este verano las calles y plazas de Pontevedra estarán salpicadas por 1.893 veladores y casi trescientos locales con permiso

23 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A cualquier visitante que llega a Pontevedra le llama la atención la enorme cantidad de gente que hay en las calles. El modelo peatonal, que ha impulsado la recuperación para los ciudadanos de espacios antes ocupados por los coches -ya fuera circulando o aparcados-, ha hecho que pontevedreses y visitantes disfruten mucho más de las calles.

Una de las consecuencias más evidentes de esa «reconquista» de espacio es el terraceo. A más espacio para los peatones, más hueco para instalar mesas y sillas en las calles y plazas. El Concello acaba de hacer público el padrón municipal de veladores para este ejercicio, y el resultado es que habrá un total de 299 establecimientos de hostelería con autorización para la instalación de terrazas exteriores. Y que las mesas que salpicarán las calles y plazas de la ciudad serán nada menos que 1.893.

Para hacerse una idea del brutal crecimiento de la actividad vinculada a la hostelería «a pie de calle», basta señalar que en 1997, cuando todavía no se había iniciado la revolución peatonal del centro de la ciudad (empezó en el verano del 99), eran 48 los establecimientos que por entonces tenían autorización municipal para instalar mesas en la calle.

Es decir, que, en estos más de veinte años transcurridos, la cifra se ha multiplicado por algo más de seis. Si se prefiere, se han «apuntado» a las terrazas 251 establecimientos en estos últimos veintidós años. Prácticamente uno nuevo cada mes.

De aquellos 48 bares de 1997 se paso a 52 dos años después; en el año 2000 eran ya 68, y en el ejercicio siguiente se alcanzó el centenar; en el 2008 se sobrepasaron las 200 autorizaciones; y el año pasado se alcanzó la misma cifra que ahora: 299.

Fraude en el sector

Pero siempre ha habido una importante bolsa de fraude en el sector. En el 2012, cuando había ya 238 establecimientos hosteleros con licencia para sacar mesas y sillas a la calle, las inspecciones municipales detectaron más de medio centenar en situación irregular. Ya fuera porque colocaban más veladores de los autorizados -la tasa se paga en función del número de mesas- o por instalar terrazas sin tener permiso para ello.

Sin embargo, la normativa municipal no fue evolucionando de manera pareja al bum de las terrazas. De hecho, hasta el año pasado esta actividad se regía por una normativa aprobada en 1997 que, obviamente, se había quedado absolutamente obsoleta.

Fue en el 2018 cuando por fin vio la luz una nueva ordenanza municipal que tenía e cuanta no solo el evidente cambio físico que experimentó la ciudad en los últimos 20 años sino también la opinión de quienes hasta entonces no habían tenido ni voz ni voto en el asunto: los vecinos.

La ordenanza unificó los horarios, estableciendo para el invierno desde las 9 horas a la 1.30; y en verano, 2 y 2.30 horas, dependiendo de si es en fin de semana o no. También se obliga a que las terrazas dejen sitio de paso para los peatones; o se prohíben los cierres laterales y frontales, que son sustituidos por cortavientos con una altura más; y se puso coto a las pizarras en las calles.

En el año que lleva en vigor la ordenanza, solo se tramitó una orden de cierre.