Usuarios del parque canino de Alba demandan mejoras en el alumbrado y los servicios

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

LAURA LÓPEZ

Asimismo, recriminan que no haya papeleras en las marismas

03 jun 2019 . Actualizado a las 20:00 h.

Dejando a un lado que consideran que la dotación de espacios verdes para animales domésticos en Pontevedra es insuficiente -«solo hay un parque en el que los perros no están proscritos», señala una propietaria-, los usuarios del parque canino de Alba demandan una serie de actuaciones en todo el entorno, al tiempo que reprochan su abandono. Entre otras, reclaman que se instale algún tipo de accesorio que les permita protegerse de la lluvia, ya que, por el momento, es un espacio en el que únicamente «hay un plástico roto que instalaron los usuarios».

Con una superficie de aproximadamente 2.500 metros cuadrados, es un espacio cerrado que se caracteriza por el hecho de que los animales tienen prioridad. En este sentido, algunos de los usuarios apostaron, dado que la ciudad del Lérez de otro entorno similar, por ampliar los terrenos e, incluso, colocar elementos al estilo de los denominados parques biosaludables, de tal modo que los perros puedan jugar con ellos.

A este respecto, aludieron al caso concreto del ubicado en Moaña, cuyo parque inaugurado hace un año dispone de hasta nueve elementos que permiten que los canes se ejerciten. Entre ellos, se habilitaron un balancín, una rueda, un accesorio para el salto vertical o un slalom.

Las demandas de este colectivo, en todo caso, no se circunscriben únicamente a este entorno, sino que van mas allá y abarcan el resto del paseo de las marismas de Alba. Así, incidieron en que se trata de un espacio verde, un pulmón de Pontevedra, que carece de papeleras, mientras que el parque canino cuenta solamente con una. Es por ello que reclamaron se instalen algunas o se habiliten depósitos donde depositar la basura o los residuos que puedan generar los usuarios. «La mayoría optamos por guardar los desperdicios a poder depositarlos en una papelera fuera del parque, pero hay un porcentaje de gente que, con la excusa de la falta de estos elementos urbanos, no dudan en dejarlos en cualquier lugar», incidieron al respecto.

Asimismo, y ya en el ámbito de la seguridad, los usuarios del parque canino reclaman algún tipo de alumbrado público para la zona. Sostienen que, en la actualidad, solo disponen del que procede de la farolas de la autopista AP-9 y la avenida de Domingo Fontán, lo que podría redundar en una cierta sensación de inseguridad, principalmente, en horario nocturno.

«A veces son miedos infundados, pero está claro que una buena iluminación tiene un efecto disuasorio. Los ladrones y otros delincuentes pueden buscar el amparo de la oscuridad a la hora de actuar», reconocieron, en este sentido, fuentes extraoficiales de la Guardia Civil sobre la falta de alumbrado.