«Lo primero que les dije al acabar es que estoy orgulloso de ellos»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

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Área 11

El entrenador granate reconoce que la derrota dejó «sin guinda» la temporada

14 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Veinticuatro horas después el negro de la derrota contra el Atlético de Madrid empieza a disiparse al echar la vista atrás. Sí, el play off se ha quedado en la orilla después de haber remado desde el comienzo de liga, pero es una «desilusión» en una campaña que se cerrará el próximo fin de semana con un balance positivo. «Nos faltó poner la guinda a una temporada de notable, estas últimas semanas decía que si se diese la posibilidad de no entrar en el play off, se empañar un buen año», reconocía ayer Luismi con la decepción ya más digerida.

Una mala tarde en un día decisivo es el resumen de la primera derrota en Pasarón esta temporada. Mal día para perder. «Estamos fastidiados, dolidos, pero lo primero que le dije al entrar en el vestuario es que estaba muy orgulloso de ellos, el trabajo que habían hecho no lo emborrona lo ocurrido», señala el técnico granate, que lamenta que el mal día llegase contra el peor rival.

Tras la derrota, el Pontevedra se cae a la séptima posición y con él, todos las opciones que tenía de jugarse el futuro la próxima semana ante el Castilla. Ahora será un mero trámite para cerrar un campeonato liguero en el que habían puntuado en casa en todas las jornadas. Dos goles de Camello rompieron esa estadística. «Si hubiésemos tenido un mala día con otro rival igual podríamos haber sacado el partido», pensaba ayer en alto Luismi, quien reconocía que «estoy bien después de la desilusión, hoy hay que intentar verlo de otra manera».

En esa otra visión que el técnico intenta digerir es fundamental la afición. Los aplausos tras la derrota es el veredicto a que el año ha sido esperanzador. «La sentencia de la afición fue decirnos que estaban contentos, está es la actitud que debemos tener y vamos por el buen camino», subraya Luismi, que cuando a principio de año pensaba dónde estaría a día de hoy, siempre pensó que lucharían por estar lo más arriba posible. Por eso han peleado hasta ahora, aunque en el último momento se desvaneciese el sueño. Las derrotas frente al Unión Adarve y Las Palmas fueron el punto negro en este esprint final. Durante todo el campeonato se insistió en que la competitividad del grupo hacía que los que puntuasen fuera tendrían más ventaja sobre el resto. Y ahí es donde pincharon los granates, que solo sumaron 19 puntos fuera de Pasarón, frente a los 42 que lograron en casa. Solo el Fuenlabrada y la Ponferradina mejoran las cifras del Pontevedra, que sufrió la condena a domicilio con solo seis victorias y once empates. «Ahora iremos a Valdebebas a jugar contra el Castilla para acabar con las mejores sensaciones el año, tenemos que quitarnos esta pequeña desilusión», comenta el técnico del Pontevedra, que además asegura que la plantilla estaba preparada para esta batalla final. La veteranía de muchos de sus jugadores permitía acrecentar el sueño. Conocedores de la presión que supone un partido a vida o muerte, estaban preparados para dominar el encuentro frente a una plantilla demasiado joven como es la del Atlético B.

Luismi trabaja ahora en recomponer el vestuario porque al final de temporada recuerda que «esta era nuestra meta».