Sueña con poder jugar en Asobal, pero reconoce que esa exigencia económica no compensa
12 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Santi Picallo cumple 27 años al frente del Cisne y no le faltan motivos para celebrar este aniversario. El primer equipo sorprende en División de Honor Plata, mientras las categorías inferiores se cuelan en los sectores nacionales. Su filosofía es hoy la misma que cuando cogió las riendas. Cuidar la base para agrandar al equipo.
-¿Estamos ante un año redondo para el Cisne?
-La verdad es que tiene todas las papeletas de ser un año redondo, ya dimos los pasos importantes con las categorías base, campeones gallegos juveniles y cadetes y subcampeones infantiles y esperemos estar a la altura del año pasado.
-Pero, ¿cómo se sobrevive?
-En base a la ilusión e imaginación, tenemos claro lo que queremos hacer y gracias a la colaboración que tenemos con Los Sauces es más fácil. Nos da la posibilidad de captar a jugadores, el año que viene tendremos a cinco en el cadete y juvenil, que en dos años pueden estar en el primer equipo.
-¿Pontevedra tiene un problema de capacidad para su volumen de equipos?
-Sí, muy grave. El CGTD, por política deportiva, ha traído al equipo de bádminton y se nos han limitado las horas. Si no tuviéramos la posibilidad de Los Sauces, las categorías pequeñas tendrían muchas dificultades para entrenar.
-El aspecto deportivo no puede ir mejor, ¿pasa lo mismo con la financiación?
-El sufrimiento económico siempre lo hay, los retrasos de las subvenciones nos están perjudicando, pero también nuestros entrenadores son de casa y tienen la paciencia suficiente para saber que así como van llegando los ingresos vamos cumpliendo. Somos un club saneado, no debemos a nadie, pero hay una parte importante de subvenciones que arrancan en enero y febrero cuando nosotros ya estamos en mitad de la liga. Eso implica mucha dificultad.
-Muchos clubes dependen de estas subvenciones, ¿es posible esa subsistencia?
-La aportación de los socios, las cuotas del club, publicidad o similares son el 60 %, después tenemos otros 20 % de Turismo de Pontevedra y Deporte Galego y lo que falta llega de las administraciones públicas. Llevamos muchos años en la directiva y siempre hemos cuadrado las cuentas. La poca compensación económica que tienen los jugadores de casa, que son once, la reciben a final de temporada. Pontevedra tiene lo que tiene para tantos equipos y todos llamamos a las mismas puertas.
-¿Se ha imaginado alguna vez que el equipo pueda ascender?
-Imaginarlo sí, pero las dificultades económicas no compensan. El salto cuantitativo no compensa. Y en el balonmano la difusión nunca se ha llevado bien. No supimos aprovechar el tirón de ser campeones del mundo.
-¿El Cisne es el equipo milagro de la categoría?
-Sin duda, el milagro deportivo de la ciudad. Tenemos un equipo con una media de 21,9 años, con cuatro jugadores de 18 años. Firmaba hacer una primera vuelta con 11 puntos y al final logramos 16. Entrenamos la mitad que muchos equipos. El Novás tiene un presupuesto que dobla el nuestro y una plantilla veterana, pero mira donde están.
-¿Qué retos le quedan después de 27 años al frente del club?
-Seguir mejorando, al hilo del tirón que podamos hacer en las categorías pequeñas podemos encontramos patrocinadores fuertes y las posibilidades de poder llegar más lejos están ahí. La parte femenina es la más importante, no tenemos pistas para entrenar, pero he hablado con el alcalde que eso es importante para nosotros. Le he dicho que el día que nos facilite pistas, nosotros ponemos en marcha un equipo femenino. Queremos hacer algo serio y desde la base.