Hacia un escenario de fuegos de enorme magnitud

Lars Christian Casares Berg
ch. casares PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

01 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Y a no es una cuestión de qué hay que hacer, sino de priorizar los gastos. La inversión debe ir primero allá dónde sea más eficiente. En esa tarea están inmersos ya en el grupo de expertos que se lidera desde la Facultad de Forestales en Pontevedra con el apoyo de la Diputación de Pontevedra. El objetivo es evitar que las Rías Baixas se conviertan en un escenario no de incendios recurrentes, algo difícil de evitar, sino que estos no sean como los denominados grandes incendios, al estilo de los de Chile, Portugal, California, que están ya viviendo de forma insistente esa intensidad de fuegos que las Rías Baixas pueden afrontar en el futuro si no se ponen medidas. Allí están ya afectando a áreas urbanas incluso en magnitudes superiores a los que se están registrando aquí. En los últimos treinta años se ha dado un cambio radical en la gestión de las superficies forestales. La vegetación permaneció estabilizada hasta que la sociedad ha ido cambiando. Ya no se cultiva, no hay pastoreo y no hay quemas controladas, una actividad que gozó de mala prensa durante algunos años pero que se está ya valorando como una posibilidad de acción.

Mientras no se articulen medidas de este tipo, la vegetación, en consecuencia va a seguir creciendo. El monte se acerca cada vez más a las zonas habitadas, toma espacios que antes no le correspondían y se convierte en un auténtico polvorín. Y lo hace en forma de incendios alimentados por un clima cada vez más seco y por un monte cada vez con más biomasa para arder. Más sequía y más combustible, son el cóctel perfecto para una situación de riesgo

Así las cosas la forma de atacar el problema es compleja, de larga duración y difícil implementación. El análisis está claro. Mayor intervención del monte y mayores facilidades para que sea un recurso económico.