Solicitan al Sergas que refuerce el personal de seguridad en los hospitales del Chop

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

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UGT denuncia «amenazas de muerte» a vigilantes en el Hospital Provincial de Pontevedra

16 abr 2019 . Actualizado a las 20:35 h.

La escasez de vigilantes de seguridad en los dos hospitales públicos de Pontevedra ha motivado quejas desde distintos sectores. La denuncia no es nueva. Ahora es el sindicato UGT el que hace públicas las «amenazas de muerte» a vigilantes en el Hospital Provincial. Según el relato que ofrece la central, la problemática de las agresiones, tanto verbales como físicas, se está agravando en los últimos meses en ese centro sanitario. Tanto es así, que responsables del sindicato como Delmio Álvarez y José Manuel Taboada afirman que estos vigilantes son «increpados e insultados por una serie de personas habituales, hasta el punto de recibir amenazas de muerte al intentar hacer cumplir la normativa del centro». Una normativa, subrayan, que no son más que normas de convivencia básica y respeto hacia el personal y las instalaciones.

Remachan que la dotación de vigilantes del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (Chop) está bajo mínimos, «siendo con diferencia la más baja de los hospitales de toda Galicia». Una situación que conlleva, apuntan, un problema tanto para los trabajadores sanitarios como para los usuarios, que no perciben una sensación de seguridad real dentro de las consultas, los servicios de urgencias y plantas de psiquiatría. También aluden al reciente robo de un cajero en el Hospital do Salnés, en Vilagarcía, suceso que achacan al escaso número de vigilantes y la ausencia de un circuito cerrado de televisión adecuado. Por todo ello, UGT solicita al Servizo Galego de Saúde (Sergas) que estudie la posibilidad de un aumento significativo del personal de seguridad, acorde al número de servicios que tiene cada centro, así como a la afluencia de usuarios.

El pasado noviembre, fue el Hospital Montecelo el que centraba las quejas. Entonces, los sindicatos reclamaban más seguridad en ese centro sanitario para evitar agresiones al personal y robos en los vehículos estacionados en el exterior. Pedían más vigilantes y que se estudiara la instalación de cámaras.