«Al ir contra Ence se envía un horrible mensaje a los inversores en la comarca»

Presidente del Grupo Nogar, directivo de Aempe y consejero del Puerto de Marín, Víctor Nogueira ha defendido siempre la permanencia de Ence en Pontevedra.

-¿Cuáles son las consecuencias de la decisión del Gobierno de no defender la prórroga de Ence ante la Audiencia Nacional?

-Las consecuencias pueden ser terribles. Para nosotros, como grupo Nogar y como a otras muchas empresas que prestan servicio a la biofábrica, en caso de cierre, la repercusión en el empleo sería inmediata. Muchos de nuestros trabajadores, tanto los que trabajan en plantilla como los proveedores, se verían directísimamente afectados. No solo nos pasaría a nosotros, sino a un entorno muchísimo más amplio. Han quedado perfectamente manifestadas las consecuencias a nivel de empleo que tendría esta barbaridad que sería el posible cierre de la planta. Se habla de cinco mil puestos de trabajo, aunque yo creo que son muchos más porque no se valoran que si desaparece esta generación de recursos no hablamos solo de la biofábrica, sino también del comercio pontevedrés, del sector inmobiliario, de todo tipo de sectores que se verían afectados por la pérdida de renta que se produciría en la comarca. Por ejemplo, ¿a quién van a vender los comerciantes pontevedreses? ¿Y a quién van a hacerlo los concesionarios de coches?

-¿Cuál cree que será el impacto en el sector forestal?

-Si cierra Ence, perdería su principal cliente. Sin duda alguna con la decisión del Gobierno ya hay una caída en las inversiones. Todos los que tenían previsto invertir en el sector forestal gallego se lo pensarán, entre otras cosas porque esto producirá una caída en el valor de los montes gallegos y sin inversiones, ya sabemos lo que pasa, que crecen los incendios. Por lo tanto, enhorabuena a los que han tenido esta excelente idea, porque están consiguiendo un efecto magnífico, que es producir una caída en la inversión en el monte gallego, con las consecuencias en el equilibrio del monte en cuanto al abandono del rural, la caída de valor del monte, porque la madera valdrá menos y las familias tendrán menos recursos. El monte es el principal afectado por esta locura electoralista que se ha generado.

-¿En el caso del puerto, cómo valora la situación?

-La Autoridad Portuaria ya ha manifestado con total claridad cuál es el impacto. El tráfico de Ence es la principal mercancía general que se mueve en el puerto. Son cien buques al año y lo que supone en empleo de estibadores, transportistas y en generación de riqueza para el puerto. Si Marín pierde tráficos, habrá inversiones ineficientes y caída de resultados del puerto y en base a la Ley de Puertos se producirá una inmediata subida de tarifas para afrontar la pérdida de ingresos.

-Ence ha anunciado la congelación de sus inversiones.

-Es una muy mala noticia que el plan de inversiones se pare. Significa la pérdida de los puestos de trabajo que estas inversiones generarían, porque hay que instalar máquinas y hay que mantenerlas.

-¿Esperaban esto del Gobierno?

-No, en absoluto. La posición que ha adoptado el Gobierno es aberrante. Supone la quiebra de cualquier principio de seguridad jurídica, de lo que se llama el principio de confianza legítima que el administrador tiene que tener en los actos propios de la Administración y la buena fe de los mismos. Y es una quiebra de la obligación del gobernante en cuanto a proteger al administrado frente a las modificaciones intempestivas que pudiera adoptar la Administración. Además se actuó desconociendo totalmente los antecedentes en los que se fundó la continuidad de una actividad por la empresa. Es una situación cuya base jurídica nadie me ha sabido explicar. Solo se entiende en un entorno electoralista y una pérdida de la visión global.

-¿Inquietará esto a otros inversores en Pontevedra?

-Creo que al ir contra la prórroga de Ence se ha mandado un espantoso mensaje a los potenciales inversores en la comarca. Se está demostrando que esta comarca es un entorno hostil hacia las empresas. Somos un área pecha empresas, y así hay que decirlo: Ence, Elnosa, Tafisa, cualquier tipo de actividad como las ampliaciones del puerto, lo único que encuentra es la oposición de una serie de mal llamados activistas y progresistas, porque el progreso no es cerrar sino crear. Más de un inversor me ha dicho en estos últimos años que no le hable de Pontevedra, porque me dicen que aquí no se quiere la industria y a los hechos me remito.

«Los argumentos ambientales contrarios son mentiras»

Los argumentos que muchas veces se aplican contra Ence son de carácter ambiental y de su ubicación en Lourizán. Ahora se suma el nuevo argumento del Gobierno sobre el exceso de los años de la prórroga de la concesión y que no se justificó su ubicación.

-¿Cree viable un traslado?

-Los argumentos ambientales creo que se ha demostrado que son ni más ni menos una absoluta mentira y una leyenda que por mucho repetirse han conseguido que cale. Ence hoy por hoy es un ejemplo del que nos tendríamos que sentir orgullosos todos por la integración del medio ambiente y de la industria. Es una empresa que goza de todos los reconocimientos ambientales. Cumple con todos los parámetros que le exigen tanto la Xunta como la UE. Las playas más cercanas tienen banderas azules y se están realizando trabajos de marisqueo en su inmediatez. En cuanto a la ubicación, es curioso que ahora se saque el tema. Todos podemos tener opiniones, pero es curioso cuando hay partidos que han estado en el Gobierno y han tenido muchísimos años para plantear ubicaciones alternativas y no han aportado ni una sola propuesta. Ha habido estudios de todo tipo para buscar alternativas viables en todos los sentidos, ambiental y económico. La empresa ha hecho sus estudios y tampoco ha logrado resultados positivos.

-¿Y los argumentos jurídicos?

-No soy jurista, pero insisto en que el Estado no puede tener una doble cara y menos sus servicios jurídicos. Con Ence se ha quebrado un principio de seguridad jurídica y de confianza legítima, que habla muy mal de la seguridad que este país puede ofrecer a los inversores.

-¿Qué espera de los trabajadores?

-Creo que ha llegado el momento en que un sindicalismo moderno y activo tome posiciones e igual que se moviliza legítimamente contra decisiones tomadas desde las empresas, se movilice ahora contra decisiones que van contra el empleo y el desarrollo, adoptadas por las Administraciones públicas, sean estas del color que sean.

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