Ajos contra el meigallo del gol

Nieves D. Amil
Nieves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

Arruabarrena y Javi Pazos quieren romper el gafe que no les deja marcar desde enero

22 mar 2019 . Actualizado a las 12:30 h.

Después de que Mikel Arrubarrena y Javi Pazos marcasen tres goles al Castilla el pasado 6 de enero en un espectacular partido en Pasarón, ambos llenaron portadas e informaciones en la prensa local. Como si de un mal de ojo se tratase, los dos delanteros del Pontevedra entraron en una sequía, que hoy, 75 días después sigue sin romperse. En estas once jornadas han tenido muchas ocasiones, incluso de penalti, que no fueron suficientes para patear esa fatídica estadística. Y no es que el Pontevedra desde entonces no haya marcado. Los goles llegaban desde la medular mientras ellos se mantenían en la misma pelea por lograrlo. Su aportación al equipo es incuestionable, pero no les está saliendo en forma de gol.

Ahora, cuando más lo necesita el equipo, también les urge a ellos. Javi Pazos lo podrá hacer esta semana contra el Guijuelo, Mikel Arruabarrena tendrá que esperar, al menos, una semana. Se pierde el encuentro por acumulación de tarjetas. Tras el entrenamiento de este jueves, dos ristras de ajos les esperaba para la foto. Hay que recurrir a las tradiciones gallegas para espantar al meigallo. Y no ponen reparos en coger un buen puñado para sacudirse el gafe. «Estamos con la ansiedad de querer y en los últimos minutos nos metemos a atrás y tenemos que ir a por más goles. Ni antes eramos tan buenos y ni ahora tan malos», explica Javi Pazos, que lleva seis goles con la camiseta granate. Después de ese partido contra el Castilla demostraron que podían jugar juntos en el campo, rompiendo el sistema de Luismi, que apostaba solo por un delantero en punta.

Esa fórmula funcionó, pero solo se ha vuelto a ver en el partido contra el Unionistas. «Se han traído otro tipo de jugadores y el equipo está apostando por otra cosa. Hasta ahora yo jugué más y ahora le toca a Javi y que le salgan bien las cosas. No podemos ser egoístas, lo más importante es ganar ahora el fin de semana», explica Mikel, que con siete tantos ha disfrutado más minutos que Pazos en los últimos encuentros. Uno u otro saben que su misión es marcar y les afecta no hacerlo, aunque sus compañeros y el entrenador recalcaron más de una vez, que «los delanteros viven de rachas». «Cuando marquemos el primero, llegarán el resto. Es una especie de ley del fútbol y hasta le pasa a jugadores como Suárez con el Barcelona», subraya el delantero vasco, que advierte de las diferencias entre la primera y la segunda vuelta. «No estamos marcando y algo estaremos haciendo mal, lo primero es autocrítica, pero si que es verdad que en la primera vuelta llegábamos más, ahora los rivales nos conocen mejor y saben donde hacer daño», comenta Arruabarrena.

Javi Pazos jugó desde ese triunfal día de Reyes dos partidos completos y en el resto hizo una media de veinte minutos, muchas veces para sustituir a su compañero. Demasiado poco para él: «Ya se nota en el campo que no estoy llegando, estoy jugando diez o quince minutos y un jugador con ese tiempo no te puede resolver el partido. Yo no puedo entrar y marcar tres goles. Claro que sí, me fastidia estar en el banquillo, vine aquí para jugar». Los altibajos de esta posición en el campo son habituales y no marcar toca el orgullo de dos jugadores con garra. Quieren volver a encontrar ese camino que les conduce al gol y que en las últimas jornadas estuvo protagonizado por Álex Fernández, Campillo, Berrocal, Romay, Álvaro Bustos, Borja Domínguez, Pedro Vázquez, Kevin y Álex Fernández.

Ambos sostienen los ajos junto al banquillo de Pasarón, porque aunque ellos ponen todo su esfuerzo sobre el campo, ya se sabe, habelas, hailas.