El Vilaverde y el Crespo Rivas tienen más solicitudes que plazas de tres años
PONTEVEDRA CIUDAD
El colegio Álvarez Limeses registró un bajón de peticiones considerable e inesperado
21 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Año raro en Pontevedra en cuanto a inscripción de alumnos de tres años, es decir, los que inician por primera vez el colegio. Podría decirse que hay un bajón generalizado de niños y, como siempre, echarle la culpa de todo a la escasa natalidad, que en parte la tiene. Pero lo cierto es que, si bien en algunos colegios del centro habitualmente saturados, como el Álvarez Limeses, bajó mucho la demanda, no menos destacable es que en otros CEIP de la urbe se recupera mucho la inscripción, como en el Xunqueira II, que pasa de los 19 niños de tres años de este curso a los 31 que pidieron plaza para el año que viene. Casi nada en los tiempos que corren. Así las cosas, solamente hay dos centros públicos donde faltan plazas en tres años. Son la escuela Crespo Rivas y el CEIP de Mourente.
En la escuela Crespo Rivas recibieron 77 solicitudes, cuando el número de plazas máximo es de 75. Podría incluso haberles llegado alguna más ayer por la tarde, ya que si bien la inscripción presencial se cerraba a las dos de la tarde, la telemática se podía hacer hasta las doce de la noche. La escuela tiene prácticamente la misma demanda que el año pasado. En el Vilaverde-Mourente, otro colegio habitualmente muy solicitado, ayer a la mañana -a falta de varias horas para acabar el plazo- ya sabían que no podrían dar cabida a todos los pequeños de tres años que pidieron plaza. Iban 54 inscritos y tienen 50 huecos. Así que baremarán.
Las cifras del colegio Álvarez Limeses, en pleno centro, sorprendían mucho a los propios profesores. En años anteriores recibía unas setenta peticiones y dejaba fuera a bastantes niños. Sin embargo, ayer, a las dos de la tarde solamente se habían anotado 45 rapaces de tres años, con lo que en principio no baremarán. ¿Qué ocurrió? Difícil pregunta. Pero en el centro dan una pista: «La verdad es que nosotros mismos echamos para atrás a algunos padres porque como siempre dejamos fuera a niños les dijimos que si no les tocaba por zona mejor pidiesen el que les correspondía, que lo tendrían más fácil. No preveíamos este bajón».
¿Y el Froebel? Este centro es otro de los más solicitados y siempre suele baremar. No está claro si este año lo hará o no. Tenía ayer unas 25 solicitudes por otras tantas plazas. Pero quizás tenga que aplicar baremo porque en esas plazas hay que reserva alguna para necesidades especiales. En todo caso, también baja el número de solicitudes.
Ahora, tras la inscripción y la aplicación de baremos, llegará el plazo de matriculación.
El Sagrado Corazón de Placeres y el Calasancio también baremarán
Algunos colegios concertados de Pontevedra recibieron también un buen número de solicitudes de plaza para el primer curso de infantil. Es el caso del Calasancio, donde tuvieron 47 solicitudes. Desde el centro señalaban que tendrán que baremar. Y lo mismo indicaban desde el Sagrado Corazón de Placeres, donde pidió la incorporación un idéntico número de niños., 47.
En el caso de las Doroteas, indicaron que registraron un elevado número de peticiones pero que dan cabida a todas y no habrá que aplicar baremo. Sí tienen problemas de plazas en otros cursos, como por ejemplo en la ESO.
En el Sagrado Corazón de Placeres, tal y como puede verse en su página web, también tienen más solicitudes que plaza en quinto de infantil y en casi todos los cursos de primaria.
El IES Valle-Inclán dejará fuera a alumnos de todos los cursos de ESO
Ayer también era día de recuento de inscripciones en los IES. Desde el Sánchez Cantón señalaban que todavía no habían registrado todas las peticiones y, por tanto, no podían saber si tenían falta de plazas o no. Donde ya habían realizado ese trabajo era en el Valle-Inclán. La dirección indicaba que habrá que proceder a baremar en todos los cursos de la ESO, ya que en todos ellos hubo más solicitudes que vacantes.
Esta situación también se da en algunos cursos de educación primaria en distintos colegios pontevedreses. Por ejemplo, en el de Vilaverde-Mourente, además de tener que baremar en el primer curso de infantil, también deberán hacer lo propio en primero y tercero de primaria, donde no logran dar cabida a todos los niños que pidieron hueco.
Centros como el CEIP de Xeve o el de Campañó viven un «milagro»
Los colegios se vacían en general pero particularmente en el rural, donde la escasez de alumnos es notoria. Esa es una realidad a la que no se puede cerrar los ojos. Pero también es cierto que algunos centros logran esquivar esa tendencia, a veces con mucho esfuerzo para dotarse de servicios y ofrecer a las familias un extra de tranquilidad o cercanía que no se encuentra en el rural.
Ayer, desde CEIP de Santo André de Xeve contaban con alegría que este año tuvieron 16 peticiones de plazas para niños de tres años. El año pasado solamente habían registrado 11 y el anterior 9. Por tanto, es una victoria.
En Campañó fueron 22 las familias que pidieron hueco para sus críos de tres años. La cifra es muy similar a la del curso anterior. Pero desde la dirección daban ayer un dato contundente. En cuatro años fueron capaces de pasar de los 108 a los 176 alumnos, algo meritorio en pleno rural y con la natalidad bajo mínimos en toda Galicia. Así, es normal que en algún centro hablasen casi, casi de que está produciendo un «milagro».
Los que bajan
Es cierto que, frente a esos brotes verdes, hay otros muchos colegios donde la inscripción baja sobremanera. En el de Cabanas, donde es habitual que haya que baremar, este año solamente pidieron plaza 17 críos. Y hay más ejemplos. En Lérez únicamente se inscribieron 9 pequeños de tres años frente a los 11 de este curso. Así que el dato es malo.